‘Territorio Comanche’ es el apelativo, dentro del PSOE, que reciben algunas autonomías en las que el PP el absolutamente hegemónico y en las que el PSOE va a la baja, elecciones tras elecciones. Es un largo túnel al que los socialistas no le ven el final y ello sucede por varias causas. No pretendo dar una etiología definitiva y exhaustiva, pero creo que hay una serie de constantes.

El Partido Popular se ha hecho con un control férreo de todas las instancias de gobierno. Para el PP no hay independientes ni nada que se le parezca, todos los cargos son ocupados por personas de confianza del partido y que son cesados fulminantemente en el primer renuncio que tengan fuera de las directrices recibidas. Aunque las esferas de poder se repartan entre las diversas ‘familias populares’ la cohesión respecto a los adversarios exteriores es la primera consigna.

Junto a ello dentro del Partido Popular se ha hecho con el control absoluto de los medios de comunicación regionales y locales en esas autonomías en las que es hegemónico. El control de los medios públicos iba ‘de suyo’, pero un uso intensivo y extensivo de la publicidad institucional ha convertido a los populares en estas autonomías el principal cliente de muchos pequeños medios y medianos que tienen una gran repercusión en localidades, provincias y regiones.

Frente a este PP se presenta una PSOE que, muchas veces, se ha quedado sin recursos frente a los mensajes demagógicos y simplistas de los populares (recuérdese el efecto del ‘agua para todos’ en Murcia), que no tiene idea de por donde plantear su oposición, que se encuentra sin altavoces mediáticos y que vive anclado en la mente de algunos en los tiempos de la cabra.

A todo esto se suma que hay una circulación tremenda de líderes regionales, ya que ninguno termina por cumplir las condiciones de ‘mirlo blanco’ del día de su elección. Estas federaciones regionales del PSOE, y también la estructura federal, han caído en el inmediatismo, en el deseo de encontrar a alguien que cambie radicalmente la situación política y gane las elecciones cuasimágicamente. En vez de una reconstrucción (que es la palabra adecuada) desde los cimientos, todos prefieren golpes de efecto.

Posted originally: 2010-08-09 12:30:12