Pese a los efectos negativos y al colapso aéreo que ha provocado
la nube de cenizas tras la erupción del volcán en Islandia, hay quien también sabe ver el lado positivo. El presidente del país, Olafur Grimsson, está convencido de que ahora que este fenómeno meteorológico inédito ha situado a Islandia en el mapa podría atraer turistas a la isla.