A su hermano Antonio le mataron unos pistoleros de ETA. Era cabo primero de la Guardia Civil, pero caminaba vestido de paisano junto a un amigo, cuando una pareja de asesinos se le acercaron para dispararle a quemarropa, por la espalda. Dos tiros, y uno más para rematarle cuando estaba tendido en el suelo. Ocurrió en Ordicia (Guipúzcoa), en 1987.
Francisco Mateo tiene grabado a golpe de martillo lo que vivió aquel 1 de noviembre de hace 23 años. Meses antes se había comprado una moto de 125 centímetros cúbicos, que hoy utiliza para desplazarse por España clamando «dignidad y justicia para las ...