El pasado 12 de abril se celebró el Día de la Atención Primaria. La efeméride, aunque a toro pasado, la ha aprovechado la Federación de Servicios Sanitarios de Comisiones Obreras en Ceuta para reclamar a las Administraciones que doten con los medios adecuados a estos profesionales, cuya labor y aportación diaria en la asistencia sanitaria se ha demostrado clave con la pandemia, “a pesar de los déficits estructurales tanto materiales como de recursos humanos que este nivel asistencial padece”.

El sindicato destaca su aportación en actividades prioritarias como las campañas de vacunación y la atención a los pacientes con patologías crónicas o su implicación en el control epidemiológico de la covid. Todo ello “con medios que nunca han sido los adecuados”.

“Recientemente el INGESA se felicitaba a sí mismo en prensa por sus logros, pero parece no querer reconocer sus múltiples “deficiencias en la gestión sanitaria en global, y muy particularmente, el franco suspenso con el que se puede calificar la gestión de la Atención Primaria en Ceuta”, señala el sindicato.

Y así hila una serie de deficiencias en el servicio en Ceuta, como la eterna obra del centro de salud del Tarajal, aún sin operatividad o que no haya proyecto alguno para un cuarto centro de salud, como ya tiene Melilla.

O mención aparte a lo vivido en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). “Nos hicieron un SUAP nuevecito, pero vimos con la quinta y sexta ola, cómo se nos hacía esperar a los ciudadanos ceutíes, agolpados a la intemperie, para la realización de pruebas diagnósticas frente al COVID, mezclando enfermos confirmados, con posibles casos, y otras patologías respiratorias, de todas las edades. Esto ocurrió, sencillamente, porque un edificio, por muy nuevo que sea, no viene de serie con equipamiento de enfermería (léase con ironía) o con el personal incorporado a losas y ladrillos. Las PCR y antígenos los realizan y realizaban personal de enfermería, en número insuficiente. que no daba abasto. He aquí un ejemplo de mala gestión de recursos humanos, que ocasiona un mal resultado en “salud”, por muy nuevo y radiante que sea el edificio”.

La eliminación de la lista de espera y el bloqueo de derivaciones de Primaria a Especializada para no arrojar una estadística alarmante, es otro de los puntos para mal que señala CCOO.

Y ahí en ese punto acusan además a la Dirección de Ingesa en Ceuta de no dar la cara. Al no anunciar ese cambio en los circuitos sanitarios a la población y dejar que su repercusión sobre la asistencia y el paciente se la comieran los profesionales en las trincheras. En ese sentido, cabe reseñar, y esto no lo dice Comisiones Obreras, que la comunicación hacia la población a través de los medios por parte de Ingesa Ceuta es prácticamente nula.

Comisiones apunta lo obvio, que la covid y el borrón y cuenta nueva en las listas de espera no hace desaparecer las patologías y dolores de los pacientes. “Por mucho que hayan querido  maquillar la lista de espera; el tiempo pone de manifiesto la realidad. Nuestra Gerencia ha conseguido tener entre las manos una bomba de relojería, programada para tener efecto retardado, a la que se le agota la cuenta atrás.  Si no ha estallado ya, no tardará en hacerlo: ya se han visto conatos con las listas de espera para Rehabilitación, por ejemplo”.

Otra deficiencia más y de nuevo con peso sobre las espaldas de los trabajadores, acusan a Ingesa de forzarles a asumir agendas de más de 100 pacientes diarios, para ahora en una nueva vuelta de tuerca reiniciar los programas habituales de seguimiento de pacientes crónicos en Atención Primaria y de detección de diagnóstico precoz, “lo cuál sería una magnifica noticia, si fuera factible que se llevara a cabo”. El sindicato se pregunta “¿con qué personal?¿En qué tiempo y lugar?¿En los 3-5 minutos, 10 en el mejor de los casos, que se tiene por paciente? ¿Alguien puede ver plausible escuchar a un paciente, revisar su  medicación y su historia clínica, valorar las exploraciones complementarias, realizar la exploración física preceptiva y cumplimentar derivaciones, o solicitar pruebas complementarias con la adecuada información para el receptor de la prueba, instaurar o modificar un tratamiento e informar al paciente y familiar o acompañante, todo en 5-10 minutos? La realidad es que no es posible”. Medicina de cantidad y no de calidad, que apunta, Comisiones acabará conduciendo a errores.

Tampoco aprueba el sindicato la gestión en lo tocante a la salud mental, uno de los apartados en los que la pandemia ha hecho mayor destrozo. Y a pesar de eso y de las advertencias sobre lo que venía ya lanzadas por los expertos durante la propia pandemia, Comisiones apunta que sólo se dispone en Ceuta de dos psicólogos para toda la ciudad y no hay una unidad de salud mental infanto-juvenil.

Comisiones echa por tierra también el argumento de la Administración para excusarse ante la falta de recursos humanos. Si Ingesa dice que faltan profesionales de los que tirar, Comisiones apunta que cuando hay bolsas de trabajo con profesionales disponibles y surgen bajas, INgesa tampoco tira de ellos dejando los servicios más desnudos aún.

“La situación en Ceuta no es buena, ni siquiera regular, es crítica. Y requiere de soluciones YA, soluciones que sólo pueden proporcionar nuestros directivos, tanto ceutíes, como a nivel central”, reclama el sindicato.

Los profesionales de Atención Primaria en Ceuta ya acusaban agotamiento antes de la pandemia y tras dar lo mejor de sí mismos en la pandemia considera el sindicato que “han pasado de recibir aplausos, a ser insultados en medios sociales, incluso agredidos por una población que, cuando no consigue acceder a la atención sanitaria que precisa descarga sus iras contra el eslabón más débil, que es el trabajador, y no fija su mirada en el verdadero responsable: quien gestiona, que ha sido elegido para ello, y ha aceptado tal responsabilidad, con la remuneración correspondiente”.

Y como todo siempre puede ir a peor, es lo que augura Comisiones que sucederá cuando abra la frontera y regresa la población flotante que enferma como cualquier otra y necesita atenciones de urgencia.

“Atención Primaria no necesita recibir los aplausos espontáneos de ciudadanos agradecidos (lo que no quiere decir que no sean bien recibidos), o que reconozcamos su labor en un día concreto, sino que se trate a sus trabajadores con el respeto y dignidad que se merecen, y se le proporcionen los medios adecuados para atender a la población. Un remedio fundamental es tiempo suficiente para poder escuchar y atender a los usuarios y pacientes, y este es el primer recurso que tienen que proporcionar nuestros gestores: tiempo para poder desarrollar cada categoría profesional las labores que le corresponden.  Porque en Atención Primaria, día a día, sin focos ni flashes, realizan su trabajo, a ritmo maratoniano, administrativos, celadores, telefonistas, enfermeros, TCAE, odontólogos, higienistas dentales, facultativos de Medicina Familiar y Comunitaria, psicólogos, psiquiatras, matronas, fisioterapéutas y pediatras de Atención Primaria, ritmo que debe aminorarse en algún momento, porque ya sabemos lo que le pasó a Filípides, el mítico corredor de Maratón: murió tras llevar su mensaje a los atenienses . Desde CCOO hacemos una llamada a los directivos del INGESA, tanto a nivel central como a nivel local: no permitan que fallezca y desfallezca Atención Primaria por insistir en la “medicina de cantidad” frente a la medicina de calidad”, concluye su comunicado el sindicato.