El Sindicato Médico lo tiene claro: ni un paso atrás. Los facultativos del ejercicio mixto -esto es, aquellos que compaginan sanidad pública y privada- han escenificado este jueves su tercera jornada de huelga de la semana haciendo piña a las puertas del Centro de Salud de Otero, sede de la Dirección Territorial del INGESA.

Bajo el lema 'Salvemos nuestra sanidad', el presidente del SMC, Enrique Roviralta, ha vuelto a poner de relieve la "alarmante falta de médicos" que tanto aqueja a nuestra ciudad, algo que, a su juicio, ha devenido en una "situación límite", "al borde del colapso".

El grupo ha vuelto a apuntar hacia Belén Hernando, a la que han instado -de nuevo- a "buscar fórmulas para captar y fidelizar profesionales para Ceuta y Melilla". "En lugar de eso -se queja el sindicato-, el INGESA mantiene medidas que hacen aún más difícil que los médicos vengan y se queden".

Roviralta y sus compañeros han reiterado su predisposición a dialogar con el ente público para, así, poner fin a una circunstancia que está siendo especialmente nociva para los pacientes, pues cabe recordar que ya son más de 400 las consultas que, hasta la fecha, han quedado suspendidas (por no hablar de las intervenciones quirúrgicas).

Según el representante sindical, la negativa de Hernando es la que ha dado lugar a esta delicada tesitura. "Todavía estamos esperando a que el INGESA decida sentarse a negociar con las cartas boca arriba", alegaba. "En el momento en el que su directora general descuelgue el teléfono, nosotros desconvocaremos la huelga", añadía.

Desde el SMC, están convencidos de que "el problema se soluciona, simplemente, hablando". Los 19 profesionales que han decidido secundar la huelga emprenderán su anunciado parón indefinido este próximo lunes, día 20, con el objetivo de forzar la máquina. "Si el INGESA no pone remedio, estamos abocados al caos sanitario", sentenciaba Roviralta.