Tras sumar dos muertes más en las últimas 48 horas, cuesta escribir que la situación epidemiológica en Ceuta por la pandemia de la Covid-19 es optimista. Pero es lo que dicen los números. Por tercer día consecutivo, Ceuta tiene la mejor cifra nacional de incidencia acumulada y encara con buenas notas la más que previsible tercera ola de contagios, que hará la cuesta de enero un poco más empinada si cabe.

Pero, pese a las buenas notas, las autoridades sanitarias instan a mantener o incluso reforzar las medidas de prevención y restricción de la movilidad y las relaciones sociales: “Deben seguirse manteniendo las acciones restrictivas de movilidad e interacción social, por la perspectiva de una mayor movilidad de las personas en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, y la existencia de 16 brotes localizados activos”.

Según el último informe de las autoridades sanitarias, la perspectiva es optimista: “La evolución es estacionaria sin descartar previsibles discretas oscilaciones tanto a la baja como al alza, aunque tiende a la baja para la finalización de la curva epidémica”. Y el resto de parámetros también apuntan al optimismo. Cuando llegue la tercera ola, la ciudad la afrontará desde una situación de riesgo medio y co la incidencia a la mitad de la media nacional.

La cifra de ocupación de camas sigue estabilizada con tendencia a la baja, con posibilidad de llegar a cifras de normalidad, aunque, lamentablemente, la desocupación de camas haya sido fruto de una elevada mortalidad. Como dato añadido, señala el informe, al que ha tenido acceso Ceuta al Día, el consumo de oxígeno hospitalario se ha estabilizado en cifras anteriores a la segunda ola epidémica.

Otro punto a tener en cuenta, la capacidad diagnóstica, ha perdido el ritmo alcanzado hace apenas un mes, alerta el informe: “El nivel de realización de pruebas diagnósticas vuelve a ser la cifra más baja a nivel nacional, por lo que debe seguirse aumentando, de forma dirigida a contactos y sospechosos o colectivos con vulnerabilidad o riesgo más elevado, incluidos cribados al retorno de residentes, así como su ampliación a todo viajero que acuda a Ceuta sea por el motivo que sea, en previsión de la nula aparición de casos procedentes de otras autonomías o importados de otros países”. 

Como dato positivo destacar que se ha estabilizado l porcentaje de positividad de pruebas diagnósticas de infección aguda que llegó al 39,7% siendo ahora de 5,22%, cifra concordante con las tasas de incidencia acumulada. 

Dos casos de procedencia exterior

“En el día de hoy —por este miércoles 23 de diciembre— se han declarado dos casos de procedencia exterior, uno de los cuales ha producido un brote familiar”, se señala. Estabilización de La letalidad (mortalidad en casos confirmados) estabilizada (1,9%). 

Por otro lado, el informe MoMo (01/03/2020-21/12/2020) publicado este miércoles indica que no se observan excesos de mortalidad por encima de lo esperado en Ceuta.

Nuevas mutaciones del virus

“La aparición publicada hoy de una segunda variante del SARS-CoV-2 en el Reino Unido, procedente de Sudáfrica (variante 501.V2) —valora el informe— no debiera empeorar nuestra situación epidemiológica, si las medidas preventivas se optimizan, o extreman si es preciso y si la realización de tests de antígenos para COVID19 se realiza a la llegada de viajeros de cualquier origen, así como activar la realización de secuenciación genética. Si las incidencias acumuladas se elevasen, o se mantuvieran estables que es la hipótesis más plausible, la estrategia deberá ser más agresiva a nivel epidemiológico, que nos lo indicará el resultado del cumplimiento de las restricciones durante el periodo navideño.” 

Evolución satisfactoria

En definitiva, concluye el informe, “evolucionamos muy satisfactoriamente si se mantiene la estrategia diagnóstica tan exitosa hasta la fecha apostando por el test de antígeno (hemos llegado hasta el 85% en noviembre), por su simplicidad, costes, inmediatez e indicativo de infecciosidad, y optimizándose con las propuestas citadas (test de antígeno a la entrada a Ceuta)”.  Una situación que invita a una predicción optimista: “Previsión de estancamiento de la curva epidémica, con oscilaciones y tendencia lenta a la bajada, resto de parámetros irán pasando a riesgo bajo o normalidad si la incidencia acumulada se sigue reduciendo, como ha sucedido con el retraso diagnóstico”.