Hace escasamente media semana, el pasado 20 de diciembre, la ciudadanía caballa -alentada por la 'Plataforma Todos por una Sanidad Digna'- salió a la calle para dejar patente su "profunda preocupación y frustración ante la crisis que afrenta nuestra comunidad".

Desde la entidad, consideran "nos encontramos en un momento crítico donde las necesidades básicas de profesionales y recursos están siendo ignoradas". No solo eso: "En lugar de atender estas demandas urgentes, el Gobierno opta por inaugurar una sala de hemodinámica en cardiología sin cardiólogos locales". Para la organización, dicha circunstancia constituye "un insulto flagrante a la dignidad de los pacientes y a los profesionales de la salud".

La Plataforma tiene claro que "los máximos responsables del INGESA -Belén Hernando, María José Gemar, Javier López y Carmen Faba- deben rendir cuentas por su falta de sensibilidad y su ausencia total de diálogo con la ciudadanía". "No es suficiente con una visita después de nuestras manifestaciones; exigimos acciones concretas y soluciones inmediatas", critica 'Todos por una Sanidad Digna', que exige, además, dimisiones en bloque "para el restablecimiento de la confianza en el sistema sanitario".

Para la agrupación, "resulta inadmisible que se prioricen inversiones en infraestructuras por encima de las necesidades básicas y urgentes de la población", arguyendo que "la comunidad demanda ser escuchada". "Exigimos medidas tangibles que mejoren la situación sanitaria en Ceuta; no más evasivas, no más insultos a nuestra dignidad", apuntan, para concluir: "Es hora de actuar y de tomar medidas efectivas".