Tratar de llegar a los jóvenes es “siempre un reto”, más teniendo en cuenta que “hablan otro idioma, a base de redes sociales e internet”. Por eso, la “primera batalla” que desde el Plan Sobre Drogas y Otras Conductas Adictivas luchan técnicos como Irene López es “la de la desinformación”.

Por el Día Mundial del Sida la Ciudad ha organizado talleres de concienciación para el futuro personal sanitario que actualmente estudia en el Campus Universitario. Más de 150 alumnos que se convertirán en “agentes de prevención”.

Dentro de esa prevención “el diagnóstico precoz es fundamental”, por eso, Cleopatra R’kaina, responsable del Plan, ha incidido en la importancia de realizar la prueba rápida del VIH y la sífilis. Para ello se ha instalado la RULE, un camión en la que aquellos que así lo deseen podrán efectuar este rapidísimo test que ya el año pasado utilizaron más de medio millar de ceutíes.

Lo importante es que tengan unas relaciones sexuales sanas, seguras y satisfactorias dentro del respeto, la tolerancia y la no discriminación”, ha afirmado López. Sin embargo, “todavía hay muchos mitos”, uno de ellos es que el VIH y el sida se pueden transmitir a través de este gesto. Razón por la cual el Ministerio de Sanidad ha lanzado la campaña “Besos y más besos”, con la que pretende desterrar esta idea.

El 1 de diciembre es además un “día de reflexión” en el que pararse a pensar “en qué hemos avanzado y cuáles son los siguientes desafíos que tenemos” en la lucha contra las enfermedades de transmisión.

Y es que si bien “hay más conciencia” entre la población juvenil, la consejera de Sanidad, Nabila Benzina ha admitido que “nos hemos relajado” a la hora de utilizar métodos de barrera, en concreto los preservativos masculinos y femeninos. “Lo estamos abandonando un poquito y ahí es donde tenemos que incidir para que la juventud no deje utilizarlos”, ha apuntado.

“Que no haya habido casos en 2022 no es para relajarse, primero hay que pensar que algo estamos haciendo bien, pero hay gente que no se hace la prueba”, ha apuntado R’kaina. “Y la prueba no es una cosa que se hace una vez en la vida”, ha añadido.

Si bien el programa desarrollado está especialmente dirigido a los jóvenes, Benzina ha querido matizar que está abierto “a la población en general”, desde la población inmigrante a las trabajadoras sexuales o personas del ámbito penitenciario. “Es un desafío global”, ha recordado.