VERDADES A MEDIAS

La intensivista del hospital se ha ido por jubilación y no por "malas condiciones", como dice el Sindicato Médico

La intensivista del hospital se ha ido por jubilación y no por "malas condiciones", como dice el Sindicato Médico
Médicos concentración huelga hospital INGESA
Concentración de médicos a las puertas del Hospital Universitario / Alejandro Castillo
El INGESA ya ha anunciado la contratación de dos nuevos facultativos para cubrir la baja de la profesional en cuestión

El INGESA ha anunciado este domingo -comunicado mediante- "la contratación de un nuevo médico intensivista" para la UCI de nuestro Hospital Universitario, "un refuerzo que -reza el escrito- permitirá seguir ofreciendo una atención sanitaria de calidad y asegurar la continuidad del servicio".

La noticia se produce pocas horas después de que el Sindicato Médico trasladase a la prensa que una veterana especialista de la propia unidad de cuidados intensivos había decidido renunciar a su puesto "por culpa de las malas condiciones que ofrece el INGESA".

Según el relato ofrecido por la entidad que preside Enrique Roviralta, la profesional en cuestión había basado su supuesta dimisión en que "los facultativos del servicio trabajan con equipos obsoletos", afirmando -en palabras del SMC- que, "durante la pandemia, la UCI no disponía de suficientes respiradores".

Cabe señalar, llegados a este punto, que la intensivista llevaba "casi cuarenta años" desempeñándose como tal, por lo que, salvo que se trate del milenario Matusalén, es bastante probable que esta ya esté en edad de jubilación (o muy próxima a ella, al menos).

Las suposiciones, querido lector, resultan ser ciertas. Según se detalla en la notificación del INGESA, la aludida contratación responde a la necesidad de "cubrir la vacante dejada -sorpresa- por la reciente jubilación de una profesional", lo que viene a significar que el Sindicato Médico no ha terminado de contar la verdad a la ciudadanía.

En el comunicado, el ente público expone que, "además de esta nueva contratación, se ha establecido contacto con otro intensivista", quien, al parecer, "ha aceptado la oferta" y se unirá al equipo "en septiembre".

Vistos los acontecimientos, no es descabellado decir que Roviralta y sus acólitos se han hecho el harakiri. Además de omitir parte de la realidad (algo grave de por sí), la organización sindical acaba de ver cómo su argumento de la "falta de personal" se desmorona por completo: la UCI pasará de la 'dramática' situación de tener solo cuatro especialistas a contar con seis antes de que finalice el año en curso.

La intensivista del hospital se ha ido por jubilación y no por "malas condiciones", como dice el Sindicato Médico


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