A falta de que la Consejería de Sanidad publique este miércoles durante la mañana su informe diario y actualice la situación de la pandemia con los datos recopilados durante el martes, desde el área de Medicina Preventiva del Ingesa ya adelantan que de nuevo el martes siguió la estela del lunes y se volvieron a batir récords. El de contagios en un sólo día con 145 casos diagnosticados mediante test y otros 6 pendientes aún de confirmación o descarte y el récord o pico de la ola de casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes en 14 días, la famosa incidencia acumulada que sube a 1.146,05 casos.

Sube también el número reproductivo instantáneo del virus y la tendencia de casos que sale del decrecimiento a un incremento del 13,05 por ciento. Y aunque en cierto modo, a pesar del aluvión de casos la presión hospitalaria se mantiene estable, empieza a preocupar que el importante número de contagios la acabe desbordando. El martes se cerró con 12 pacientes hospitalizados (uno más que el lunes). Siguen 3 personas en urgencias y 3 en UCI y suben de 5 a 6 los pacientes en planta.

En estos últimos hay 2 casos de ingreso cuya causa se debe a que tuvieron contacto con un caso confirmado que no guardó aislamiento aún a sabiendas de que era positivo y los contagió. Una grave irresponsabilidad que podría costarle una sanción.

Los brotes activos y abiertos empiezan a acercarse al centenar y medio. El nivel de alerta se sitúa en 3 y las previsiones que hace sólo 48 horas seguían mostrando cierto viento favorable se tiñen de vaticinios oscuros. “El nivel de alerta se afianza en el 3, con posibilidades de empeorar dada la gran incidencia declarada y por indicios y comunicaciones oficiosas no declarada”, recoge el informe de Preventiva.

Así las cosas, desde ese área de Ingesa apuntan en la dirección de ajustar las cuarentenas a los nuevos tiempos que marca la variante ómicron, reduciéndolas como ya ha planteado Italia, Estados Unidos y alguna comunidad, pero no es todo tan simple, esa reducción pasa por apostar a la responsabilidad individual y que ante el menor síntoma con o sin test positivo se guarde aislamiento de 5 días. Como se haría más o menos con cualquier otra enfermedad infecciosa.

Y de nuevo todo pasa por la contundencia con que cada cual aplique las medidas de prevención para evitar contagiarse y propagar el virus. Quizás estos días más que nunca antes es imprescindible la mascarilla, el lavado frecuente de manos y la distancia social, además de aislarse al menor síntoma o sospecha. La mascarilla, la higiene y el evitar el contacto se hace absolutamente imprescindible en entornos con personas vulnerables, centros de salud y residencias.