UGT ha salido este 21 de noviembre a la palestra para denunciar el "grave riesgo" que, al parecer, estaría corriendo el personal que se desempeña para el Servicio de Lavandería del Hospital Universitario.

Según los sindicalistas, "la denuncia no es gratuita"; la misma encuentra su razón de ser "fugas de agua en contacto con fuentes de electricidad" y en "ruidos insoportables". "Los decibelios son una tortura; nunca hubo tal nivel sonoro", asegura la plana mayor de la organización, que compara el estruendo con el propio del "despegue de un avión". Para mayor burla, la central afirma que "los tapones de espuma que les han dado a los asalariados son insultantes". "Lo que hay que hacer es reparar correctamente la avería que provoca el ruido", se quejan desde el entidad.

El relato dibujado por el sindicato incluye "caóticas y peligrosas condiciones de trabajo", circunstancia del todo "inadmisible" para UGT, que avisa: "Si no se toman medidas de inmediato para mejorar y garantizar la seguridad y prevenir posibles accidentes, se apelará a otras instancias que hagan efectivo el derecho a la salud de los trabajadores".

Así las cosas, la Unión ha llamado a los responsables competentes a "paralizar la actividad si es preciso hasta que cesen todos los riesgos". "Exigimos que sean garantes de la salud laboral y que, de forma efectiva, se tomen medidas y se eviten riesgos que puedan acarrear consecuencias trágicas", concluyen los de Juan Carlos Pérez.