La Guardia Civil interceptó el pasado 29 de septiembre en la playa anexa al paso fronterizo de El Tarajal a un individuo que se disponía a cruzar a nado al lado marroquí de la divisoria a través de "un punto no habilitado".

Según el instituto armado, el sujeto en cuestión carecía de documentación con la que acreditar su identidad. Pese a que este manifestó ser súbdito alauí, la identificación que ofreció a los agentes actuantes resultó ser inconclusa.

Dadas las constantes contradicciones del encartado y ante la posibilidad de que estuviera intentando huir de España por algún motivo distinto al del mero regreso a su supuesto país natal, los funcionarios procedieron a realizar las diligencias oportunas para tratar de lograr el pleno reconocimiento del retenido.

Tras comprobar y constatar la verdadera identidad del hombre, la Benemérita averiguó que, sobre él, pesaba una orden europea de detención y entrega formulada por parte de la Autoridad Judicial de Francia. El motivo: un homicidio acaecido tan solo unos días antes del suceso.

Tras ser detenido, el individuo -de nacionalidad argelina- fue puesto de forma telemática a disposición del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, organismo encargado de ejecutar la referida orden comunitaria de apresamiento. Claro está, el arrestado fue enviado a prisión, donde permanecerá a la espera de ser extraditado al país galo.

Cabe destacar que el hecho de que el sujeto pueda responder en España por los hechos que hubiera perpetrado en Francia es fruto de la existencia de mecanismos de cooperación internacional a nivel policial en los que la Guardia Civil es parte activa.