De nuevo el hambre tensiona la frontera entre Ceuta y Marruecos, entre la Unión Europea y África. Si había cierta atención por la posibilidad de que los migrantes que acampan en los montes entre Castillejos y Ceuta y alrededor de Beliones pudieran haber intentado una maniobra masiva aprovechando las celebraciones de Nochevieja, como ya hicieran en Navidad, finalmente ha sido este domingo por la noche cuando se ha puesto tensa la situación. Un grupo de unos 200 migrantes ha obligado a la movilización de la Guardia Civil junto a la valla de Benzú.

El Grupo de Reserva y Seguridad de la Benemérita se ha desplegado poco antes de la medianoche ante la presencia de esta multitud en los montes cercanos a Benzú en el lado marroquí.

Allí, cerca de la cabeza de la Mujer Muerta se agolpaban sobre la una de la madrugada todavía el grupo de unos dos centenares de migrantes cuyas intenciones pudieran ser las de asaltar la valla por Benzú durante esta madrugada, tal y como ya han hecho en dos ocasiones desde el pasado mes de septiembre, con relativo éxito.

Si bien a la masa de migrantes la controlan las fuerzas de seguridad marroquíes, que han realizado también un amplio despliegue para tratar de evitar que los migrantes lleguen hasta la frontera. Mantienen un operativo en el propio monte y otro en Beliones de contención por si acaso los acontecimientos se precipitan y los migrantes deciden intentarlo.

El rápido control y despliegue de Marruecos, unido al de la Guardia Civil y el estado del mar, con las olas de poniente rompiendo con fuerza contra el espigón con valla de Benzú hace pensar a los mandos de la Guardia Civil que tal vez el contingente se lo piense y lo deje para otra ocasión mejor. Esta madrugada el mar no es una opción para tratar de ganar la tierra prometida y eso limita y mucho sus opciones de colarse a través de la, en estos momentos, vigiladísima frontera de Benzú. Como fuere y por si acaso, la Guardia Civil mantiene operativa en la zona, también a una de sus patrulleras.