Anoche las calles de Ceuta se convirtieron en escenario de película. Eran las once y media de la noche cuando unidades Policía Local con indicativo Zeta 60 del grupo Unidad de Seguridad Ciudadana (092) patrullaban la barriada Príncipe Felipe en la zona Mezquita Al-Umma. Una pedrada en el vehículo rompió la calma del servicio, que terminaría de manera inesperada en la incautación de un arma y varios kilos de droga.

Los agentes decidieron entonces volver a pasar por la zona e intentar descubrir al autor de los hechos. Fue entonces cuando a través del retrovisor vieron a una persona que vestía de oscuro y circulaba con una motocicleta negra "con actitud esquiva, como observando los movimientos de la patrulla".

Otra vuelta más buscaba confirmar las sospechas, que fueron acertadas. Nada más acercarse el motorista se dirigió hacia la parte alta de Arcos Quebrados por caminos de tierra. 

La placa de matrícula estaba envuelta en papel celofán, que ocultaba por completo los números de la misma, por lo que los agentes trataron de darle el alto. Haciendo caso omiso el motorista aceleró todavía más su velocidad hacia el Zoco.  

La persecución a través de caminos no asfaltados, cual secuencia de acción, hizo que cayese "una bolsa de grandes dimensiones" de la moto. El bulto quedó en custodia de los policías, mientras que el perseguido consiguió su objetivo y se dio a la fuga.

Al mirar en su interior las autoridades descubrieron el pastel: el individuo portaba un arma corta, marca STAR, modelo SS el cual se encontraba en simple acción y con munición en su cargador, un cartucho de 9 milímetros y 16 paquetes encintados con cinco placas cada uno de una sustancia marrón prensada, al parecer hachís, con identificación 'AK'.

Una vez pesada la presunta droga la misma dio un total de 7,3 kilos. Las diligencias oportunas tuvieron lugar en la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía.