Desde el mes de febrero de este año, los autobuses urbanos de Ceuta son objeto de ataques, apedreamientos, rotura de lunas, incluso atracos a mano armada, todo ello sumado al caos de la frontera que hace aún más difícil su trabajo y contribuye a aumentar el estado de tensión de los usuarios y trabajadores. Una situación que está llegando su límite y ante la que hacen un “llamamiento a la conciencia ciudadana”.
“Necesitamos una toma de conciencia de la importancia de nuestros servicios por parte de todos, no sólo de nuestros trabajadores, también de autoridades, políticos y policías, usuarios y no usuarios porque este servicio es público lo dé una empresa privada o lo de una municipalizada, es de todos los ciudadanos, del padre, de la madre, del hijo, del nieto, cualquiera puede utilizarlo”, claman, rxigiendo un “trato especial”:
“Movemos a muchas personas en beneficio de todos, de los que lo usan de los que no lo utilizan, mejoramos la circulación, la polución, llegamos a barriadas donde otros servicios se niegan a ir sin escolta porque temen por su seguridad, sin embargo nosotros estamos allí, siempre, pero todo tiene un límite y por encima de todo está la seguridad de los trabajadores y usuarios. El autobús agredido es inutilizado temporalmente para su uso y se necesita al día siguiente, es de todos, de nadie en particular y es necesario para toda la ciudadanía”.
Tarifas congeladas
Los trabajadores señalan además la empresa lleva 7 años con las mismas tarifas y con la misma problemática de la frontera, lo que ha provocado una bajada de tráfico en la línea 7 de cerca de 100.000 viajeros al año “y además soportamos esta ola de actos vandálicos que también tienen un costo económico, 11 acciones de roturas de lunas y atracos que entre material, horas de trabajo y sustituciones de las bajas psicológicas suponen más de 40.000 euros en tan sólo 5 meses”.
Agradecen que por parte de la Policía Local se ha preparado un dispositivo de vigilancia en la zona más problemática (Loma Colmenar y aledaños del Príncipe Alfonso), pero desde la Delegación de Gobierno nada ha hecho todavía ante sus reclamaciones. “De los tres atracos o intento de atraco, sabemos que se solucionó uno, gracias a las cámaras recién instaladas por esta empresa”, recuerdan.