Comisiones Obreras ha publicado un duro pronunciamiento en contra del documento que en forma de plan y bajo el título de ‘Por un futuro más seguro y estable para Ceuta’ aprueba el Pleno de Ceuta este miércoles en el que llega a afirmar que “Ceuta debe aspirar a algo más que ser una colonia 2.0”. El sindicato con mayor representación en la ciudad ha repasado el contenido del plan elaborado por el Gobierno para explicar su fuerte rechazo al mismo. Lo primero que “lamenta” el sindicato es que “el Gobierno de la Ciudad, ante una crisis económica de enorme profundidad como la que azota a Ceuta en estos momentos, haya elegido el irresponsable camino de la propaganda (hueca) y el folklore doméstico; en lugar de tejer un consenso ciudadano sólido, desde el diálogo social, y sobre la base de planteamientos realistas y rigurosos que se puedan reivindicar ante las instituciones del Estado (en especial Cortes Generales y Gobierno de la Nación) sin provocar vergüenza ajena. Este documento carece por completo de recorrido. Ni siquiera cruzará el Estrecho”.

Y es que el sindicato vuelve a quejarse de la falta de participación de los agentes sociales en la elaboración de las propuestas que contiene el documento que pretende guiar la salida de las crisis sucesivas que sacuden Ceuta en lo económico y en lo social.

“El documento diseña “una Ciudad libre de impuestos y repleta de subvenciones’. Convertir Ceuta en un paraíso fiscal disimulado, desplazando toda la carga tributaria hacia el conjunto de los españoles (a través de multimillonarias subvenciones) es un planteamiento absolutamente insolidario; fuera del contexto social y económico actual de nuestro país; y claramente alejado de las directrices de la Unión Europea. Ceuta debe aspirar a algo más que ser una “colonia 2.0”, repasa como primer motivo para su rechazo Comisiones Obreras.

Tampoco le parece apropiado al sindicato el planteamiento de ‘”aislar Ceuta de Marruecos” por la vía de la revisión de la excepcionalidad del tratado de Schengen. Para el sindicato esa intención, que por otro lado el Gobierno de Melilla ya ha mostrado públicamente su rechazo, “supone reforzar las tesis anexionistas de Marruecos, que lleva tiempo trabajando en este aislamiento (con notable éxito, por cierto)”, argumenta el sindicato.

Para Comisiones Obreras el camino pasa justo por la dirección contraria: “por potenciar unas relaciones económicas abiertas y fluidas entre ambos países desde el más escrupuloso respeto a la incuestionable españolidad de Ceuta. Para ello, la integración en la Unión Aduanera, y la consiguiente implantación de una aduana comercial; deben ser concebidos como objetivos indispensables”. Dos iniciativas arrinconadas en el documento a pesar de que cuentan con el visto bueno del Congreso de España.

También rechaza el sindicato la inclusión de la inmigración ilegal en el documento. Una cuestión que considera de interés político, pero no vinculada con la evolución económica. “no guarda relación alguna con el diseño de un nuevo modelo económico”.

Por esto, por ejemplo, es por lo que el sindicato ve “racismo subyacente en todo el texto”, algo que considera “repugnante e intolerable. De manera sibilina se pretende culpabilizar a los musulmanes de todos los problemas de Ceuta (los transfronterizos nos quitan el trabajo, los menores nos amargan la vida, los irregulares consumen injustamente nuestros fondos públicos…)”.

En la línea del “desiderátum” al que alude en el inicio de su pronunciamiento, Comisiones Obreras considera censurable a su vez que “el Gobierno de la Ciudad no asume ningún compromiso”. Ninguna de las peticiones contempladas en el texto se dirigen al Gobierno de la Ciudad, “que , en consecuencia, queda liberado de exigencias”.

También echa en falta el sindicato alguna mención a la necesidad de tejer una red de protección social que palie “los dramáticos efectos de una desmedida pobreza que amenaza la cohesión social y lastra las posibilidades de un desarrollo ordenado y armónico”.

Tampoco hay medidas, según Comisiones Obreras,, para mejorar las condiciones laborales del “cada vez más extenso ‘precariado’ en nuestra ciudad”.

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