La tradicional catarsis de los viernes en Ceuta se vive este fin de semana con algo de zozobra. Hay mucho revuelo en la comunidad educativa y en los padres y madres de alumnos por la agresión ocurrida en el Siete Colinas esta semana y las especial intensidad de las reacciones entorno al suceso. Este viernes han vivido un punto y seguido con una concentración de unas 30 madres y padres frente a la puerta del Siete Colinas para exigir mano dura con las agresoras. A la concentración, a las doce del mediodía, han llegado directas desde la Fiscalía, donde este viernes han testificado y donde delante de las autoridades judiciales y ante el sonrojo de los propios progenitores una de las agresoras seguía amenazando con gestos y de viva voz a las agredidas, según el relato de varias madres.

La concentración espontánea fomentada a través de las redes sociales en tiempos del anterior delegado del Gobierno se podría haber saldado con “mano dura”, la de la multa, con la que solía obsequiar a los colectivos de izquierdas cuando se concentraban para protestar sin pedir permiso.

Así es la Ley, sujeta a interpretaciones. Y eso es justamente lo que reclaman los padres, que se proceda a la interpretación más dura que sea posible sobre la Ley del Menor que de entrada no parece satisfacerles demasiado. Para una de las madres afectadas por la agresión la solución pasa por enviar a las agresoras a un centro de internamiento una temporada para evitar que otros niños sufran lo que ha pasado su hija.

“La solución no es cambiar a una niña de centro porque le puede ocurrir lo mismo a otro niño; lejos de arrepentirse esta niña el miércoles cuando volvió al instituto volvió a amenazar y esta mañana en Fiscalía, que hemos ido a declarar y nos la hemos cruzado en el pasillo la ha vuelto a amenazar a la niña otra vez. No hay ni arrepentimiento. Que si todavía hubiera arrepentimiento, pero es que ni eso. La amenaza diciendo que la va a dejar tirada en una esquina a Andrea y que detrás va mi hija por hablar. La ley del menor es así o la expulsión es un mes o un cambio de centro y son niñas que una de ellas tiene 13 ó 14 años y las tienen que recoger en algún centro, pero creo que no es justo porque puede volver a pasar y yo creo que no hay necesidad de dar pie a que ocurra algo más grave con este tipo de niñas que son conflictivas, problemáticas”, ha expresado Yolanda, madre de una de las niñas víctimas de esta violencia.

Al centro ni a los docentes le han reprochado nada los padres, aunque algunas voces manifestaban su incredulidad por la falta de una actuación contundente por parte de los docentes que hubiera puesto fin a la agresión antes.

Para Yolanda por ejemplo, la solución pasa por “el internamiento”, aunque sabe que para eso no basta con un incidente, se requiere que la agresora tenga antecedentes. Una de ellas, sí los tiene, “pero la otra hasta que no vuelva a repetir un caso así de esta gravedad no va a ocurrir. Me parece muy triste que se tenga que repetir una cosa de estas cuando además no hay arrepentimiento”

Los padres y las madres se llegan a preguntar ante la zozobra qué es lo que falla para que unas niñas de 13 años se comporten con semejante violencia hacia sus compañeras: “La educación de los padres o el medio en el que se ha criado, los problemas que pueda tener… Pero no es excusa para un maltrato. Es una agresión. ES una agresión, no es una mera pelea entre niñas que dejan de hablarse y al día siguiente vuelven a ser amigas. Es una agresión en toda regla de cinco niñas pegándole a una sola niña”, recalca Yolanda.

Dos de las agresoras ya han sido expulsadas a otra le espera un castigo mayor si se comprueba que tiene antecedentes de esta clase y la autoridad educativa ha mostrado, igual que la Fiscalía, su voluntad de tomar el toro por los cuernos y aplicar las normas con severidad, tal y como además presionan los padres para que se haga.

La diputada de Caballas, Nayat Mohamed, estaba presente en la concentración de los padres y madres en la puerta del Siete Colinas. Ella tiene claro que la solución a estos problemas pasa por atacar al fondo del sistema educativa. Y ha recordado que su grupo en la Asamblea ya pidió aplicar un programa de gran éxito en la educación nórdica que ataca a la violencia en los centros escolares desde una óptica esférica en la que por ejemplo, se forma a todo el alumnado no sólo en valores en pro de la convivencia individual, sino que se les forma para que sepan actuar para que en caso de un acto violento, como la agresión del otro día, abandonen su rol de meros testigos para adquirir el de pacificadores y disolver la pelea o agresión de forma inmediata. La autogestión. Pero con entrenamiento. Al parecer el programa era caro y fue rechazado. Tal vez este viernes ante la alarma social desatada parezca algo menos caro o más barato.

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