El Consejo de Gobierno ha aprobado este viernes, tras analizar un informe "exhaustivo" de Intervención y a propuesta de la Consejería de Hacienda, cerrar "la puerta de atrás" de acceso laboral al Ayuntamiento para "que nadie piense" que por ahí se cuela, si es que sucedía, alguna persona al sector público.

Cada consejero ha enumerado lo que consideran "servicios estructurales o prescindibles" y se ha acordado, "con carácter general, no contratar y desvincularse de aquellas relaciones establecidas para labores propias de los empleados públicos".

"Hemos examinado con sumo cuidado asuntos que tienen que ver con la política de contratación sobre prestación de servicios por parte de autónomos", ha explicado el portavoz gubernamental, Emilio Carreira, quien ha señalado que con su decisión el Ejecutivo ceutí pretende evitar llegar al Juzgado de lo Social o conflictos con la Inspección de Trabajo.

Según ha concretado "optamos por no autorizar ningún tipo de prestación de servicios de esta naturaleza para evitar que nadie pueda pensar que en esta Administración se puede entrar por la puerta de atrás".