No será la primera, ni será la última ocasión, que comparto mis reflexiones sobre un organismo creado en sesión plenaria celebrada el 1 de diciembre de 1983, el Instituto Municipal de Deportes. Una fecha que significó un cambio sustancial en la gestión de un deporte ceutí que ha evolucionado al amparo de un organismo que ha asimilando con el paso de los años las distintas tendencias surgidas, adaptándose y respondiendo puntualmente a las demandas ciudadanas.

Los ceutíes hemos podido constatar los resultados alcanzados en los treinta años de historia de un organismo que ha multiplicado exponencialmente tanto el número de actividades ofertadas como el número de instalaciones destinadas a la práctica deportiva que, junto a las mejoras introducidas en las ya existentes ha posibilitado un incremento espectacular en el número de ciudadanos que han tenido la oportunidad de acceder a la práctica deportiva de calidad.

El programa electoral con el que el Partido Popular concurrió a las últimas Elecciones Autonómicas celebradas incluía un paso más en la evolución de este organismo, la creación de un área administrativa específica en la organización de la Ciudad Autónoma. Por tal motivo, el Gobierno de la Ciudad elevó y aprobó en sesión plenaria celebrada el mes de octubre del año pasado la aprobación inicial del expediente administrativo necesario para disolver este organismo a imagen y semejanza de otras localidades peninsulares.

Pues bien, si el programa electoral del Partido Popular incluía la creación de este nuevo sistema de gestión del deporte municipal y el Gobierno de la Ciudad, del mismo signo político, planteó, presento y aprobó en sesión plenaria celebrada hace más de nueve meses la disolución de dicho organismo como paso previo en la creación del nuevo área administrativa ¿por qué nadie conoce la situación actual de dicho expediente? Sin ninguna duda, el Ejecutivo ceutí debe ofrecer una respuesta al respecto acallando con ella a quienes pretenden alcanzar rédito político vertiendo rumores al respecto.