La mayoría absoluta alcanzada por el Partido Popular en el día de ayer es la muestra inequívoca de la madurez democrática puesta de manifiesto por una ciudadanía que ha rechazado categóricamente los planteamientos ofrecidos desde las filas socialistas en una campaña electoral argumentada exclusivamente en sus ya tradicionales acusaciones totalmente infundadas en relación a los peligros del regreso de la “derecha” al Gobierno de España.

Los ciudadanos hemos respondido convencidos de que las cosas se pueden hacer mejor y por supuesto, desoyendo totalmente las acusaciones vertidas hacia una formación política experimentada puesto que, ya demostró su capacidad de trabajo al solventar, tras alcanzar el Gobierno de la nación en las Elecciones Generales de 1996, los problemas generados por el gobierno anterior. Los españoles recordamos como este primer Ejecutivo del Partido Popular reactivó una economía debilitada, favoreció la generación de empleo y con ello, afianzó un deteriorado Estado del Bienestar en el denominado “milagro español”.

En definitiva, los ciudadanos decidimos en el día de ayer desde el compromiso un cambio de rumbo en la dirección política del país, los españoles hemos otorgado mayoritariamente nuestra confianza a un proyecto ilusionante con nuestro futuro y al mismo tiempo, hemos expresado nuestra disconformidad con la gestión desarrollada durante estos siete años por un Ejecutivo socialista que nos ha llevado a los vagones de cola de la Unión Europea. Sin ninguna duda, los españoles hemos dictado sentencia otorgándole la Presidencia del país al candidato del Partido Popular, Mariano Rajoy.