- Una buena herramienta para dinamizar el empleo

El azote social de la crisis por la que estamos atravesando se ha cebado especialmente con el empleo. La decadencia del sistema productivo moderno ha provocado que se alcancen cuotas de record en las listas de los desempleados españoles. Por ello, nuestros gobernantes han izado a la primera prioridad las políticas encaminadas a dinamizar el mercado laboral a toda costa.

El contrato se formaliza a tres bandas: empresario, trabajador y centro de formación y tiene 100% bonificado las cotizaciones a la Seguridad Social con cargo a la empresa y al trabajador, y el coste de la formación, o sea, a COSTE CERO , menos la retribución del trabajador, se puede contar con nuevo personal en las empresas.

Entre estas medidas destaca la regulación de los Contratos para la Formación y el Aprendizaje , una excelente herramienta que combina el desarrollo de una actividad profesional con la formación específica para el puesto de trabajo concreto. Una nueva forma de facilitar a los empresarios la contratación de nuevos trabajadores que, a la vez que trabajan, se forman en una profesión concreta y acorde con el puesto de trabajo.

Este tipo de contrato debe tener una duración mínima de un año y máxima de tres años. Durante el primer año el trabajador dedica el 75% del tiempo al desarrollo de su trabajo efectivo y el 25% restante a realizar los cursos de formación que se integran en el contrato, es decir, 6 horas de trabajo efectivo por dos horas de formación al día. Durante el segundo y tercer año estos porcentajes se modifican pasando al 85% de trabajo efectivo y 15% de horas de formación.

Los principales beneficiarios son los jóvenes de entre 16 y 30 años, además de los componentes de los llamados grupos en riesgo de exclusión social, es decir, los discapacitados sin límite de edad y los mayores de 45 años en sus distintas modalidades de inscripción en las listas del SEPE: parados de larga duración o no.

Además, para el empresario supone otro importante ahorro el que la retribución del trabajador esté ajustada al número de horas de trabajo efectivo del mismo, es decir a la seis horas diarias durante el primer año y a las siete horas durante el segundo y tercer año.

Por su parte, si al final del período contratado el empresario decide hacer al trabajador fijo, obtiene de forma adicional una bonificación directa en las cuotas a abonar a la Seguridad Social de 1.500 €/año, durante tres años más por cada trabajador varón, y 1.800 € si se tratase de una trabajadora.

Y por si estas circunstancias fueran poco atractivas, debemos añadirle a este tipo de contratos que, además, pueden ser subvencionados por otro tipo de iniciativas públicas, como en nuestro caso concreto serían los programas de fomento de empleo administrados por PROCESA .

Toda una apuesta por el fomento del empleo para los jóvenes y los colectivos en riesgo de exclusión social que pretende conseguir, en breve, unos magníficos resultados. Desde estos momentos ningún empresario / empleador debe plantearse contratar un nuevo trabajador sin haber estudiado previamente la posibilidad de hacerlo mediante esta modalidad del Contrato para la Formación y el Aprendizaje que le supone un importante ahorro anual en sus costes de personal, además de obtener los beneficios de una formación especializada a coste cero.

- Más información como esta en la web de Grupo Ecos