La conspiración musulmasónica


Esto de la política local se está poniendo muy divertido. El Gobierno está quebrado. Por un lado Gordillo y sus fieles, por otro Vivas y sus colaboradores. De momento gana el ex cura: Luis Mari sigue en su puesto (pese a Vivas).

Hasta Yolanda Bel daba a entender el pasado martes que la iniciativa de denunciar a Aróstegui y a Valle-Inclán (alias ‘Queco’ se ha cambiado el orden de los apellidos, respetémosle aunque sólo sea por el abuelo, ¡coño!) era iniciativa exclusiva del consejero de Presidencia. Como si el visto bueno del Consejo de Gobierno ya no signifique que el Gobierno tiene una única voluntad.

Y claro, en tiempos de quiebra y de conspirar asaltos al poder se tensiona más de la cuenta todo. Alguien quiere quedarse con el negocio del jefe de la banda. Esta ciudad ya no generaría la inspiración sólo de Berlanga, ahora también de Scorsese (verdad que sí, tito Pepe). O en palabras de la portavoz gubernamental “se sacan de madre algunas cosas”. De madre o de padre, según se mire. De eso los mexicanos (que se escribe con x) saben mucho.

Y en estas además, ha aparecido parte de la desmembrada izquierda local para poner sentido común al asunto. UDCE y el PSPC han decidido iniciar una senda juntos a ver si así consiguen llegar por la misma a algún oasis del infinito desierto, lleno de grandes dunas (o dudas), por el que transitan.

En esta ciudad en la que en días electorales de reñidos resultados hay gente que no sabe si sube o si baja escaleras de sedes electorales a medida que va saliendo el escrutinio, una unión de este tipo genera temor. ¿A qué?

Genera temor a que por fin se levante una oposición que sea verdadera alternativa de poder y haga temblar los cimientos del régimen instalado.

Así, de pronto, todo el personal parece ponerse nervioso con el pacto. Musa se sale del tiesto, Gordillo embiste en el Pleno y hasta los trabajadores de Punta Blanca ven conspiraciones raras y hablan de un partido de base musulmana (como si en sí mismo eso fuera algo negativo). ¡Cuánto daño hicieron las cruzadas! Yo ahí veo cierto racismo rancio que sintoniza muy bien con parte de la sociedad ceutí. Pero que no sintoniza para nada con los tiempos que corren, más bien es una sintonía anacrónica, desfasada y algo fanática.

Los nervios conducen a cometer errores e indican al que está enfrente que está en la línea correcta. Y es que UDCE ha conseguido acercándose al PSPC poner nervioso al enemigo y a buena parte de la sociedad que vive como Dios asentada en miles de chiringuitos sociales creados y mantenidos por el poder reinante.

Aunque muchos de esos, los más rápidos, ven ya en el pacto, los nervios y la ruptura en dos del Gobierno los primeros síntomas de que la sociedad está cambiando y el imperio se encamina hacia su estruendoso ocaso. Y empiezan a preguntar por el escrutinio a los periodistas para saber si subir o bajar las escaleras para encaminarse a otra sede.

Y mientras, el PSOE sigue sin mover ficha. Jugando a montar otro producto de marketing que sea una mala copia de la sonrisa y el apretón de manos con el que Juan Vivas ha llegado tan lejos. Tirando por la borda crédito social, convicciones y buenas formas democráticas. Equivocarse lo hace cualquiera rectificar sólo los sabios.