El Gobierno de Juan Vivas, ‘el católico, vuelve a marginar a los musulmanes


El Partido Popular no cree en Ceuta. Al menos no en una Ceuta multicultural, realidad innegable por más terco que sea el PP en que en Ceuta sólo hay una comunidad. La última evidencia de su nula apuesta por la multiculturalidad y su gran apuesta por Una, Grande y Libre ha sido la negativa a la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE) para celebrar un rezo multitudinario en la Marina el día que finaliza el Ramadán. Es sólo un ejemplo más, pero sintomático. Vean si no cuan hilarante puede ser la realidad y cuanta risa causan nuestros pobretones políticos cuando tratan de argumentar con la palabra y la razón la sinrazón de mentes abyectas, cerradas, arcaicas y cuyos personajes de la historia preferidos fueron los primeros genocidas conocidos: los Reyes Católicos. Lo digo por Vivas que se jactó de eso en una entrevista allá por 2003, imagino que también lo hizo para fomentar la multiculturalidad y el aprecio de la comunidad musulmana y hebrea que los Reyes Católicos desterraron de su España unida, grande y libre sin el menor pudor.

Perdón ya vuelvo a lo hilarante de la razón y la sinrazón.

Primero solicitaron el permiso para celebrar el rezo en el patio de armas de las Murallas Reales y el Gobierno de la Ciudad de Juan Vivas, ‘el católico’, les denegó el permiso por tratarse de un Bien de Interés Cultural (leo en El Faro). Rían conmigo ¡coño! Que rezar mirando a la Meca deteriora el interés cultural pero llenar el recinto con miles de watios y guitarras eléctricas y la voz de Bisbal, no deteriora nada. Porque digo yo que no será por la acumulación de gente, aunque a saber, porque en los cráneos privilegiados de los dirigentes del PP cualquier idea es posible que retumbe.

Las murallas siguen siendo inexpugnables para el invasor, debió de ironizar alguien del Gobierno de Juan Vivas, ‘el católico’.

La UCIDCE no se rinde y solicita permiso ahora para celebrar el rezo en la explanada de la Marina. Como se trata de terreno portuario, Pepe Torrado, fiel escudero de Juan Vivas, ‘el católico’, y buen conocedor del camino también deniega el permiso. Sinrazón: la petición se ha formulado de forma precipitada y sin tiempo de preparar la explanada para un rezo multitudinario. Aunque de esos preparativos no se sabe, ni probablemente se sabrá nunca, en qué consisten que impiden que en una semana no se adecue una explanada para que 20.000 personas se arrodillen sobre su suelo para rezar. ¡Una semana, por Alá! Ahora viene lo realmente cómico de esta argucia portuaria. En otro titular también de El Faro leo: “Torrado dice que el Puerto dispone de elementos para activar un dispositivo urgente”. No se alarmen mis buenos beatos, se refiere a un dispositivo para facilitar el tránsito de la Operación Paso del Estrecho especial fin de Ramadán.

No conviene olvidar tampoco que la Delegación del Gobierno sí que le ha dado permiso a los musulmanes para celebrar el rezo, que digo yo que con eso debería ser suficiente y que hay huelgas y manifestaciones que se han autorizado con tres días de antelación.

Cómo la lógica no parece resistir las razones del Gobierno de Juan Vivas, ‘el católico’, vayámonos al terreno de la imaginación. La islamofobia le sigue pudiendo a un presidente débil que cada vez que habla de una Ceuta perfecta y multicultural por la que apuesta su Gobierno miente. Pero además, pesa también el hecho de que el día 12 de octubre, el que se quería realizar el rezo, por ser final de Ramadán, es el día de la Hispanidad. Que digo yo ¿qué daño harían estos pobrecitos rezando, si total todos los cristianos son sueldo de funcionario van a estar de puente, incluido Vivas! Y esos son muchos. Pero es que el PP ha previsto para ese día una marea rojigualda, y claro como los de don Mariano sólo entienden la rojigualda como un símbolo más de una nación cristiana y no aconfesional y laica tal y como viene reflejado en la Constitución que tanto empeño tienen en no tocar ni para leerla. Y claro que 20.000 moros (llamémosles por su nombre Popular) se pongan a rezar mirando a la Meca el día en que los guardianes de la esencia de la España cristiana tienen pensado celebrar esa esencia es inaceptable, o mejor, intolerable. Y eso han hecho: sacar a pasear su intolerancia.

Lo digo porque en esta Ceuta multicultural no hay problema para cortar calles y hacer todo lo que haga falta para que cualquier santo, virgen o cristo salga a la calle en volandas, no hay problema en llenar la calle de flores para celebrar el cuerpo de Cristo, pero señores rezar el corán en plena calle. ¡Válgame el cielo!¡Dónde vamos a parar!

Afilo un poco más, un anuncio de la Consejería de Educación, Cultura y Mujer reza: ‘Ceuta, ciudad de tradiciones’ y desglosa mes por mes las fiestas y tradiciones a conmemorar. Todas excepto la del día de la Ciudad son cristianas. Es cierto, tampoco es cristiana el Carnaval, aunque visto lo visto, no sé si salvarla. Y apostilla un eslogan turístico: “Que no te lo cuenten… Todo un año para vivirla”. Eso digo yo, que no me cuenten que el Gobierno local apuesta por la multiculturalidad y respeta y potencia a todas las culturas de la idílica Ceuta.

Un ejemplo más, reiterado y cansino, del desprecio al que somete a los musulmanes de Ceuta el Gobierno de Juan Vivas, ‘el católico, son las luces de Ramadan. Mientras que en Hadú o en la parte trasera de la Avenida Lisboa cuelgan de un hilo sucio y pobre bombillas comunes en fila india para recordar que es Ramadán, la ciudad entera se engalana desde ya (han comenzado los preparativos el lunes 8 de octubre) para iluminarlo todo con modernas y coquetas decoraciones navideñas.

O Juan Vivas, ‘el católico, cree que Ceuta a diferencia de España si es confesional y, claro está, es cristiana, católica y apostólica, y se empeña en marginar a la comunidad islámica como amenaza más determinante para acabar con su reinado de católico o es tremendamente torpe a la hora de potenciar la multiculturalidad, riqueza de todos cuantos aquí habitamos.

Lo peor de todo no es eso. Lo pero es que con estas actitudes del Gobierno de Vivas, ‘el católico, lo único que se genera no es paz ni convivencia, sino rencor, odio y ganas de venganza. Ganas de poner fin a la marginación de forma brusca.

Y más aún, se ha perdido la oportunidad de oro de promocionar la Ciudad y su conjunto monumental de las Murallas Reales en toda España y buena parte del mundo, porque la imagen de una ciudad de convivencia en la que 20.000 musulmanes rezan mirando a la Meca en un precioso entorno amurallado que otrora fuera refugio inexpugnable de reyes cristianos habría dado la vuelta y probablemente habría sido portada nacional de muchos diarios. Pero claro es mejor seguir quejándose de que Ceuta sólo sale en los papeles cuando muere un inmigrante o hay un tiroteo en El Príncipe que hacer sentir a todos los caballas el orgullo de su tierra multicultural y tolerante.

Lo de la UCIDCE que dice comprender al Gobierno si que es poner la otra mejilla.

A mí me parece hasta inconstitucional.