El Gobierno no puede seguir callado

Editorial


Ha pasado ya una semana y media desde que saltasen a la palestra las informaciones de las contrataciones a dedo desde Cultura a empresas del jefe de Gabinete, Francisco Sánchez Paris. Un tiempo en el que día a día se han conocido más detalles de un turbio panorama, que si no manifiestamente ilegal presenta cuando menos muchas zonas oscuras, y que ha estado marcado por el silencio absoluto por parte del Gobierno de la Ciudad. Ni una declaración, ni una explicación, algo cuando menos extraño en un Ejecutivo que rápidamente comparece para analizar, desmentir o apostillar. El Gobierno de Juan Vivas no puede seguir callado ni un sólo día más, porque estas informaciones no son sólo ya obra de periodistas aburridos o malintencionados, sino que uno de los partidos de la Asamblea ha anunciado su intención de acudir al Tribunal de Cuentas, a la vez que exigía una respuesta por parte de la Ciudad.

Por desgracia, hay muchas dudas de que el Gobierno local abandone su mutismo si no es preguntado por los periodistas, circunstancia cada día más complicada porque, si no les consta, la última moda en esta ciudad es prohibir directamente, cuando no sugerir, que los informadores puedan interrogar al equipo de Vivas y a él especialmente.

Obviamente tampoco merece la pena gastar tiempo pidiendo que sea el propio jefe de Gabinete el que de explicaciones o mucho menos que dimita, palabra borrada del diccionario que deben tener en el Ayuntamiento, porque la última vez que se produjo una situación de este tipo se perdió en la noche de los tiempos.

Unas explicaciones que no es que merezcamos los periodistas, sino que son imprescindibles para los ciudadanos, aquellos lectores y oyentes a los que representamos, circunstancia que muchas veces parecen olvidar los políticos locales. Esperamos que no sea sí, pero existen indicios para temer que después del Consejo de Gobierno, a no ser que alguien pregunte expresamente, seguiremos sin saber nada sobe el caso Sánchez Paris.