Por desgracia, hay muchas dudas de que el Gobierno local abandone su mutismo si no es preguntado por los periodistas, circunstancia cada día más complicada porque, si no les consta, la última moda en esta ciudad es prohibir directamente, cuando no sugerir, que los informadores puedan interrogar al equipo de Vivas y a él especialmente.
Obviamente tampoco merece la pena gastar tiempo pidiendo que sea el propio jefe de Gabinete el que de explicaciones o mucho menos que dimita, palabra borrada del diccionario que deben tener en el Ayuntamiento, porque la última vez que se produjo una situación de este tipo se perdió en la noche de los tiempos.
Unas explicaciones que no es que merezcamos los periodistas, sino que son imprescindibles para los ciudadanos, aquellos lectores y oyentes a los que representamos, circunstancia que muchas veces parecen olvidar los políticos locales. Esperamos que no sea sí, pero existen indicios para temer que después del Consejo de Gobierno, a no ser que alguien pregunte expresamente, seguiremos sin saber nada sobe el caso Sánchez Paris.