Opinión
Ha pasado ya una semana y media desde que saltasen a la palestra las informaciones de las contrataciones a dedo desde Cultura a empresas del jefe de Gabinete, Francisco Sánchez Paris. Un tiempo en el que día a día se han conocido más detalles de un turbio panorama, que si no manifiestamente ilegal presenta cuando menos muchas zonas oscuras, y que ha estado marcado por el silencio absoluto por parte del Gobierno de la Ciudad. Ni una declaración, ni una explicación, algo cuando menos extraño en un Ejecutivo que rápidamente comparece para analizar, desmentir o apostillar. El Gobierno de Juan Vivas no puede seguir callado ni un sólo día más, porque estas informaciones no son sólo ya obra de periodistas aburridos o malintencionados, sino que uno de los partidos de la Asamblea ha anunciado su intención de acudir al Tribunal de Cuentas, a la vez que exigía una respuesta por parte de la Ciudad.