En el programa especial que emite la cadena municipal están presentes todos los medios salvo éste, no sabemos si por nuestra independencia o por nuestro compromiso con la verdad. Un medio incomodo para todos que en estos pocos meses de vida ya se ha caracterizado por no callar las verdades que otros tanto se empeñan en ocultar, lo que por cierto ha llevado en lo que no deja de ser también un proyecto empresarial a situaciones difíciles y precarias, un precio que estamos más que dispuestos a pagar para mantener la capacidad de poder decir lo que queramos a quien queramos, siempre con la verdad como único requisito.
No puede servir como excusa la breve existencia de Ceuta al día, ya que otros medios aparecidos de forma más reciente sí han sido invitados. De nuevo, seguimos sin motivos para saber el por qué de esta vejación.
Hablamos en todo momento de no invitación voluntaria. Esperemos que sea así, ya que en caso contrario, que estemos hablando de un "simple olvido", la cosa es aún más grave, ya que supone una falta total y absoluta de respeto a compañeros que con su esfuerzo y dedicación intentan luchar por un lugar en el complicado mundo de los medios en Ceuta, por desgracia a veces tan asqueroso, lleno de mentiras o amiguismos.
Ceuta al día es de nuevo despreciado por un organismo público. No es la primera vez. Este mismo medio presentó a finales del año pasado ofertas de publicidad en todas las empresas municipales. Salvo honrosas excepciones, ahí están ICD y Procesa, el resto ni se ha molestado en contestar. ¿Cuál es el motivo? Empresas que sí se anuncian sin problemas a páginas completas a color en nuevas revistas de dudoso fin y que se asemejan demasiado a otras que denunciamos en este mismo medio hace meses.
Desconocemos los motivos. ¿Por qué no se nos invitó a la Conferencia de Presidentes? ¿Por qué se nos sigue negando incluso ayudas a la creación de nuevas empresas que dan a cualquier otro? ¿Es por la juventud de sus promotores? ¿Es acaso por sus apellidos? ¿O es por su libertad? No podrán con nosotros. No nos vencerán. Para callarnos, tendrán que matarnos y enterrarnos. Es la única forma de silenciar nuestro compromiso con la verdad y la libertad, nuestro compromiso con Ceuta y los ceutíes.