Sin rumbo y sin sentido

Editorial


Algo grave, muy grave, sucede cuando en una reunión del Consejo de Gobierno se informa de que la recaudación del IPSI por operaciones interiores en los últimos doce meses ha descendido un 8 por ciento y apenas se la importancia, y sin embargo se incide y se protesta por una supuesta información según la cual un número de oficiales destinados en Ceuta dejarán su plaza por una reestructuración del personal. Algo extraño, muy extraño, sucede cuando un Ejecutivo no se preocupa por una cifra que marca un tendencia negativa y preocupante para el futuro de Ceuta, y sin embargo se empeña en asegurar que el traslado de unos cuantos oficiales puede 'desestabilizar' la ciudad. Ceuta, por desgracia, cuenta con un Ejecutivo sin rumbo y sin sentido.

Un Gobierno que actúa a golpe de improvisación, en el que las opiniones cambian según el día o por donde sople el viento, en el que los proyectos nacen y mueren por motivos inconfesables. El Gobierno de Ceuta desde las pasadas elecciones no sabe lo que hace ni cómo.

Las expresiones utilizadas por Yolanda Bel durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno la descalifican de nuevo. Decir que el traslado de unos cuantos oficiales, no más de 40 según la Delegación del Gobierno, supone un grave perjuicio a Ceuta en todos los aspectos es absurdo, cuando no irresponsable. Tener un Gobierno que no se preocupa lo más mínimo por construir un futuro próspero para la ciudad, que no muestra el menor interés en crear un tejido económico sostenible y que pueda aportar riqueza, que mira para otro lado mientras la crisis cabalga sin demora, eso sí que es grave para Ceuta y su futuro.

Poco y malo se puede decir de una ciudad si el traslado de unos cuantos funcionario, que es lo que son al fin y al cabo los militares, provoca una crisis económica y social. El Gobierno de Juan Vivas parece empeñado en convertir Ceuta en un territorio subvencionado, en el que haciendo bandera de las 'particularidades' sólo se pide y nunca se da. Si el futuro de Ceuta es depender única y exclusivamente de los funcionarios, malos tiempos esperan a esta ciudad, porque le guste o no al señor Vivas, ese tipo de organización económica y social tan sólo responde a un nombre: colonial.