Observar al gobierno y a sus miembros (y miembras) durante el debate del estado de la ciudad no deja de ser un curioso espectáculo. Si. No dejarán de ser un mero anecdotario algunos de los recuerdos que quedan tras asistir al debate del jueves sobre el estado de la ciudad. Los detalles escabrosos que causan vergüenza ajena al ver la talla de los responsables, mejor los omito.

No me falló la intuición (o la previsibilidad) con el alcalde. Más monótono y aburrido de lo habitual ofreció un discurso continuista. Un más de lo mismo. Un “se hace lo que se puede” adornado de algún que otro anuncio. Por ejemplo que el Estado enviará a nuestra ciudad 1.300.000 euros para luchar contra la pobreza infantil. Un anuncio de los que le gustan al alcalde tan dado a tirar de números, aunque con demasiado maquillaje últimamente. Sin embargo, se obvió dar los datos de la pobreza infantil en Ceuta. Claro. Eso no queda bien. Lo que vende es decir que el estado nos da dinero…el motivo…bueno qué más les dará el motivo si viene dinero. Eso de reconocer que más posiblemente más del 50% de los niños y niñas ceutíes viven bajo los umbrales de la pobreza tiene muy mala pinta, aunque con el tiempo todo se termine sabiendo y parafraseando al alcalde: “el algodón no engaña” (la de horas que se habrán dedicado sus asesores a parafrasear un anuncio de productos de limpieza). Cifras, número y euros. Pocas referencias a personas.

Y qué decir del portavoz del gobierno. No tienen desperdicio las intervenciones de quien sirve lo mismo para un roto que para un descosido y sin necesidad de haber pasado ni por listas electorales ni por comicios. Benditos los favores. Lo mismo te justifica que hay que pagar más de 1.200.000 euros en intereses de demora (aunque oculte que se trata de un auto judicial recurrido y como consecuencia del cual puede que haya que pagar más aún de nuestros bolsillos): la de familias que se pueden atender con ese dineral y con el resto que hay reservado presupuestariamente al pago de sentencias a las que se condena a la ciudad; un portavoz que lo mismo lanza piedras en forma de acusaciones y luego esconde la mano (habría que ver si emprendería actuaciones contra quienes le acusan de cosas bastante oscuras o las dejaría pasar) y que tiene el cinismo suficiente para decir de quienes están en su barco que son todos estupendos y maravillosos cuando por detrás…por detrás cada vez son más los que saben lo que se cuece.

Pero esa no fue la peor muestra de obscenidad política descarada. Creo que la peor fue decir que la oposición pretende eliminar más de 10.000 personas que están en paro de golpe y porrazo y que para eso no hay presupuesto que lo soporte. Claro que no. El problema es que el mismo gobierno lleva ejerciendo las mismas funciones desde hace más de 13 años. No es un problema de un año a otro. ¿Y qué desempleo se ha reducido en los últimos años? Entiéndame, me refiero al desempleo de los ceutíes no al de familiares y allegados a la gaviota. ¿Y qué pobreza se ha combatido? También me refiero a la pobreza que afecta a ese 40 por ciento de la población. ¿Y con el fracaso escolar qué se ha hecho? ¿Es qué no ven que luchar contra el fracaso de nuestro colectivo estudiantil es comenzar la lucha contra todos los problemas que luego acarrea? ¿No ven que si luchamos contra el absentismo y el fracaso escolar también lo estamos haciendo contra la marginalidad, las drogas o los extremismos? ¿O es que lo ven todo demasiado claro?

Y de momento, todo sigue igual. La debacle que comenzó el PP sigue su hoja de ruta con demasiados generales preocupados por su ego más que por el interés colectivo. No son errores de dos días ni de dos años. La solución tampoco será de la noche a la mañana pero hace tiempo que tocaba empezar a trabajar de verdad y dejar de hacer simples paripés, como se dice en la calle. Ha habido tiempo más que suficiente y sobradas oportunidades de ir dando muestras de mejora y no se han sabido aprovechar, manteniéndose pues como parte del problema y no como parte de la solución.