- La sensación de cualquiera al escuchar al congresista local referirse a la situación nacional actual, de la que culpa directamente al anterior gobierno socialista (previsiblemente, seguirán culpándole los próximos años) es cuanto menos de estupefacción.

Cierto es que llevamos años sumidos en un desolador panorama que provocó un adelanto histórico de las elecciones generales, pero no lo es menos que las decisiones en forma de apisonadoras que está tomando el actual gobierno nacional no hacen más que machacar aún más a la población española. Disminuir drásticamente la asistencia sanitaria e implantar el copago, reducir y complicar el acceso a una educación pública digna e igual entre todos y todas, subidas impositivas que afectan a las rentas medias, o la reforma laboral que no ha hecho si no cosechar más y más personas en paro, son la muestra de los primeros meses de un gobierno empeñado en cambiar las cosas a costa de sacrificar a la ciudadanía y sus derechos.

Pero si estos hechos hacen que atravesemos complicados tiempos y que provocan que el parlamentario ceutí le haya cogido el gusto a salir semanalmente en los medios locales cargando contra el anterior gobierno nacional como único culpable de las decisiones que están tomando ahora el equipo de desescombradores nacionales (le faltó atribuirse la categoría de héroes, aunque supongo que no las ganas), resulta bastante cínico que las mismas sean realizadas por quien forma parte de un equipo de gobierno, el local, que está echando por tierra y destruyendo el futuro de Ceuta tanto con sus decisiones como con su pasividad ante los problemas gravísimos que tenemos.

Tal vez están utilizando Ceuta para echar los escombros que dicen que les han dejado sus antecesores nacionales. Es posible, que en un gesto de generosidad, el parlamentario local haya dicho en Madrid que se puede utilizar Ceuta como escombrera y así, no le importa que seamos los primeros en número de personas en paro (más de un 35%) y subiendo, o en tasas de fracaso escolar no sólo a nivel local sino a nivel europeo, o en necesidades de vivienda, ayudas básicas de subsistencia y un largo etcétera de carencias locales.

La prueba más evidente de que al gobierno local del PP no le importa que se nos utilice de escombrera nacional es que no han dicho ni media palabra en contra de los recortes en materia de educación que tanto nos perjudican, ni en sanidad ni contra la reforma laboral. Lejos de ello y de discrepar, siguen prefiriendo las decisiones que toman los suyos aún sabiendo lo mucho que nos van a perjudicar en nuestra pequeña, dulce y marinera ciudad.