- Utópico. Dícese de aquello que aparece como irrealizable en el momento de su formulación. Y utópico es uno de los calificativos que se le puede aplicar al próximo plan general de ordenación urbana que se aprobará próximamente en nuestra ciudad.

En el proyecto del mismo se dice: “Queremos una Ceuta que mire hacia el futuro con optimismo, una ciudad de todos y para todos, atractiva para vivir, para visitar y también para invertir”… Más que una introducción de un Plan de ordenación urbanística parece uno de los manidos discursos del Presidente de la ciudad utilizados habitualmente para agradar a los oyentes.

Ahora bien, para mirar al futuro con optimismo, más allá de meras palabras, hace falta realizar aportaciones en el presente que inviten a esa actitud optimista. Es como si quieres sacarte una carrera universitaria pero mientras estás en el instituto no das palo al agua, no estudias, no te esfuerzas y no apruebas ninguna asignatura por lo que tienes un panorama muy difícil para llegar a la universidad.

El optimismo, para ser creíble y dar sus frutos, necesita ciertos avales que en este caso se traducen en la gestión que ha venido haciendo el gobierno que tenemos durante esta última década. Y si esa gestión (que más bien es una no gestión) se ha caracterizado por algo es por el aumento masivo del desempleo y por la escasísima inversión en vivienda en nuestra ciudad.

Aún así, el próximo PGOU, en una especie de canto de sirena, nos invita a ser optimistas, aunque atendiendo a la realidad parece que nos invita a ser ilusos e ilusas.

Dos claros ejemplos.

El primero de ellos es que prevé la creación de 5.397 empleos. Que se dicen pronto: ¿quién se va a creer que se van a crear más de cinco mil puestos de trabajo, AHORA, con el nuevo PGOU? ¿será que ha encontrado Juan Vivas, AHORA, la fórmula mágica para restablecer la situación que se encontró cuando llegó a la Presidencia del gobierno en que había alrededor de 3.000 ceutíes en paro frente a los 12.000 actuales? ¿o es, más bien, otra de las socorridas excusas para justificar la incompetencia del gobierno del PP para solucionar la lacra del paro? ¿habrá encontrado el gobierno local la manera de seguir con el autobombo durante unos cuantos meses?...

El segundo de los ejemplos es también lapidario: se prevé la construcción de más de seis mil viviendas en una década, es decir, unas seiscientas al año. En una ciudad como la nuestra, en la que tanta necesidad de vivienda tenemos por lo limitado de nuestro territorio y por no haber sabido actuar para cubrir esa necesidad de la población.

En una ciudad como la nuestra, en la que el gobierno ni hizo ni hace las gestiones necesarias para recuperar los terrenos que no se utilizan por parte del Ministerio de Defensa ¿Cuándo fue la última vez que se construyeron seiscientas viviendas al año? ¿Tiene el gobierno los recursos necesarios para llevar a cabo esa hazaña?

Con estos dos simples ejemplos, ¿se nos puede invitar a ser optimistas?

Adaptando una antigua cita célebre: El optimismo no puede ser la creencia de que todo es hermoso, incluso lo feo; ni de que todo es bueno, especialmente lo malo, ni de que es justo todo lo injusto. Así que optimistas sí, pero en su justa medida y siempre que la realidad invite a ello.

PD: APROVECHO PARA DESEAR, DESDE ESTE ESPACIO, UN EID MUBARAK A LOS LECTORES Y LECTORAS DE CEUTALDIA.COM.