Esta semana lo he tenido fácil a la hora de preparar el artículo. Lo cierto es que tenía preparado otro distinto al que van a leer hoy, pero me llamó tanto la atención lo que he visto esta mañana en la prensa local que me he dicho: “me lo han puesto en bandeja”. Así que lo siento, no puedo resistirme a comentarlo, dejando claro, como suelo hacer para evitar herir a nadie, que mi única intención en esta columna es comentar aquellos aspectos de la lengua inglesa que resultan anecdóticos, curiosos o chocantes. Por tanto, que nadie se moleste sobre mi comentario de hoy y si es así, pido disculpas por anticipado.

 

El caso es que, en la prensa local aparecía un artículo que anunciaba la instauración en nuestra ciudad de una franquicia de tiendas libres de impuestos, las conocidas como “tax free”. Por lo visto, esta tienda es una versión terrestre de las tiendas que vemos en los ferries y que venden productos a precios asequibles. Personalmente me parece bien que existan estos tipos de establecimientos donde podemos ahorrarnos unos céntimos en estos tiempos de crisis, pero cuando vi el artículo, enseguida detecté un error tipográfico al cual no encuentro explicación. El susodicho error es que han escrito el nombre de la franquicia como “tax fry” en lugar de “tax free”. Lo primero que pensé fue que se trataba de una adaptación al castellano de la expresión, pero enseguida deduje que no podía ser así, puesto que si hubiesen querido reflejar la pronunciación habrían escrito tax fri o frii que es lo más parecido al sonido inglés. Luego pensé que quizás sí habían querido poner fri pero tal vez pensaron que escribiéndolo con y sonaría “más inglés”. El caso es que nada tiene que ver una palabra con la otra. Free (pronunciado más o menos frii con sonido de i larga) significa gratis o libre, lo cual aplicado a la expresión tax free da su verdadero significado “libre de impuestos”. Sin embargo, la palabra fry (pronunciada como “frai”) no significa otra cosa que freir. Por tanto, la hipótesis fonética quedaba descartada.

Luego pensé que tal vez querían jugar con el verbo freir y con la palabra impuestos, dando a entender que en esos establecimientos los impuestos están fritos, es decir, no existen. Pero esa teoría tampoco me cuadraba. Así que, después de darle vueltas durante todo el día, he llegado a la conclusión de que ha sido otro de esos errores que se cometen y que nadie corrige antes de ser presentado al público en general. En fín, ahí queda la anécdota de esta semana. Si tienen interés en el artículo, les adjunto el vínculo. Ojalá les vaya bien con esta nueva franquicia y espero que algún día salgamos de dudas con respecto a esa errata.

http://www.elpueblodeceuta.es/201003284101.html

Saludos y hasta dentro de dos semanas si les apetece.