Centro Salud Recinto Sur (1)
Centro de Salud de El Recinto / Archivo
Carolina P Gallego Luque, Secretaria General de FFSS de CCOO de Ceuta

Aunque no salga en prensa, la situación de Primaria no ha mejorado desde el inicio de la pandemia, salvo quizás un breve respiro antes de este verano. La realidad es que seguimos con una Atención Primaria sobrecargada y que no puede proporcionar la debida calidad asistencial a usuarios y pacientes, pero que, según los datos que se dan a Madrid desde la Gerencia y la Dirección territorial de Ceuta, no tiene demora. Demora cero, esa seguramente será la consigna de nuestro Director territorial, la que habrá dado a sus subordinados, y muy especialmente al Gerente de AS de Ceuta, nombrado a instancias suyas y que se mantiene en el puesto porque la confianza depositada en él por el Sr. Lopera, estará justificada por sus resultados. Así que, todos contentos, en INGESA central, maravillados de unos números perfectos, el Gerente recompensado con la permanente confianza del Director Territorial, y éste último, a lo mejor esperando otra medalla por su magnífica gestión. Pero tras este esplendor de escenario, está la realidad de la tramoya. Los facultativos de Atención Primaria no tienen límites en sus agendas. No limits, que diría algún moderno anglófilo. Y por esa ausencia de límites, las consultas de Atención Primaria ven cada día aumentar el número de pacientes que se atienden, a costa de sacrificar los descansos durante la jornada a la que tienen derecho como cualquier trabajador. Y la opción es, o ves más “voluntariamente”, o vas a ver más pacientes de todas formas. Me explico: o se avienen a doblar consultas (ver la que le corresponde y la del facultativo que falta), o se reparten, de todos modos, los pacientes de estos facultativos ausentes. Y esta ausencia, o no presencia de facultativos es diversa: permisos, licencias por fallecimiento o enfermedad de seres queridos, vacaciones reglamentarias, etc. Y a otro motivo fundamental. Pero antes de entrar en detalles, podemos asegurar que no se puede achacar el déficit de facultativos en activo al seguimiento de la huelga promovida por el antiguo Sindicato Médico de Ceuta, ahora reinventado como CEMSATSE, dicho sea de paso (por su alianza y unión, durante al menos cuatro años o hasta que se celebren nuevas elecciones sindicales, con el antiguo SATSE, que ahora queda también englobado en estas nuevas siglas que hay que ir aprendiéndose). Y podemos afirmarlo porque, según los datos de la Dirección territorial, desde junio de 2023, ningún facultativo de Atención Primaria, ni de SUAP, ni del 061, han hecho efectivo su derecho constitucional a hacer huelga. Así que nuestra Directiva de INGESA-Ceuta no puede achacar la sobrecarga de Primaria a que falten facultativos por la huelga. Y ahora, llegamos al meollo de la cuestión: la plantilla de Atención Primaria de Ceuta no está al completo. Faltan facultativos, y no se contratan para sustituir. Ya dijo el Director territorial que faltan médicos, y eso es cierto, ¿pero dijo el Director Territorial que por culpa de esta falta de facultativos ustedes (y yo), ciudadanos ceutíes, tendrán que esperar más para ser atendidos, porque Atención Primaria está sobrecargada?. No, no escucharon eso, ni lo van a escuchar. Porque la gran solución, la solución final y definitiva del Gerente, avalada por el Director Territorial es que si con 40 pacientes al día no hay demora cero (recordemos, la consigna), pues no pasa nada, aumentamos el número de pacientes que se ven. Y digo ven, porque difícilmente se pueden atender. La consulta de Atención Primaria empieza a las 8:25 minutos actualmente, y a esa hora ya citan tres pacientes a la vez. Teniendo en cuenta la jornada laboral, que los facultativos son seres vivientes que tienen que realizar funciones fisiológicas (léase ir al servicio a evacuar fluidos y no tan fluidos, según proceda), que a las tres debería haber terminado la asistencia directa de sobra, porque hay temas burocráticos que también deben atender (por desgracia) los facultativos cuando el paciente sale por la puerta, esto deja unos  diez minutos en el mejor de los casos, y unos escasos siete minutos en la mayoría de las ocasiones. Nada más pelearse con el programa facilitado por la Gerencia para la historia digital, cuando funciona, para hacer la receta electrónica ya consume con facilidad cinco minutos (o más), eso deja unos dos-cinco minutos para escuchar al paciente; y ya para hacer una exploración, valoración, hacer un diagnóstico…pues no hay tiempo. Pero no se preocupen, porque la demora cero se mantendrá, a costa de la salud física y mental de los facultativos, hasta que el cuerpo aguante. Además, si se va por un compañero de Primaria porque renuncia a su plaza un dos de octubre, pues no se oferta la interinidad vacante hasta un mes después. Pero aún hay más, porque la Gerencia no paga durante tres años consecutivos una retribución que les corresponde a los facultativos: la asociada a la prestación farmacéutica.

Así que por eso se titula la Atención Primaria ha muerto esta nota de prensa, porque como recientemente hemos celebrado la fiesta de difuntos, fiesta en donde recordamos y honramos a nuestros seres queridos perdidos, he querido honrar y recordar a nuestro difunto, muerto ya, aunque todavía dando su último aliento. Esta frase lapidaria, que no es mía, se la dedico a su autora, a una parte de este difunto que sigue funcionando como puede día a día, por si alguien le da por intentar reanimarlo.