- Todos los partidos políticos de la ciudad que hacemos oposición, cuando hablamos de empleo repetimos machacona y obsesivamente un mismo mensaje.

A saber, que el gobierno de Vivas no tiene un proyecto económico para Ceuta capaz de recuperar los niveles de empleo perdidos bajo sus mandatos.

Sin embargo, a través del IV Informe Infoempleo Adecco de cuya noticia se hizo eco la prensa local durante esta semana, pude descubrir que estábamos equivocados respecto de la premisa mayor: existe un programa económico por parte del PP. Y esto es lo que resulta especialmente aterrador.

Me explico. Siempre he creído que los niveles de formación de la mano de obra que demanda una economía son reflejo de su modelo productivo y empresarial. Por eso en Alemania se demandan ingenieros y en las tribus del amazonas cazadores-recolectores. En ese sentido, la propuesta del PP para Ceuta salta a la vista cuando en el referido informe se nos dice que tan solo el 0,5% de las ofertas de empleo publicadas en la ciudad exigen una titulación universitaria. Sí, lo han leído bien, una oferta de cada doscientas. Una cifra que, como no podía ser de otra forma, nos sitúa en el último lugar de todo el territorio nacional.

Por tanto existe un modelo productivo y empresarial. Pero esta realidad es peor que la apariencia de “deriva a ninguna parte” en la que nos creíamos inmersos. En efecto, en los últimos quince años, se ha vivido un periodo de cambios científicos y técnicos que permiten ofertar servicios desde y hacia cualquier parte del mundo, lo cual está cambiando nuestro modo de vida y abriendo innumerables formas de generar riqueza y empleo. Sin embargo, en Ceuta se ha venido gestionando un modelo productivo de tan limitado alcance y valor añadido que requiere de tan sólo un titulado universitario por cada doscientos empleos ofertados.

Posiblemente porque durante un tiempo me he dedicado al sector de la formación privada en Ceuta, esta realidad me resulta especialmente dolorosa. Y ello porque contrasta con el empuje, las ganas y la ilusión de los jóvenes, y en ocasiones no tan jóvenes, con los que he podido tratar. Ceutíes dispuestos a invertir una cantidad muy considerable de su tiempo y dinero. Todo por un sueño de mejora profesional. Y, sin embargo, se encuentran con que es tan complicado encontrar un puesto de trabajo que se ven abocados a emigrar o a renunciar a un empleo relacionado con su nivel de estudios.

Esto es inaceptable, en primer lugar por el engaño que supone el modelo productivo del PP frente a todos estos Ceutíes que muy difícilmente en su tierra llegarán a ver los frutos del esfuerzo. Pero es que, además, es intolerable dadas las oportunidades, riqueza y empleo que se malogran diariamente en nuestra ciudad al aplicarse un modelo económico que, simplemente, no valora todo este “potencial caballa”.

Desde el PSOE lo tenemos claro, Ceuta no puede tener como referente el modelo “cazador-recolector” del PP. Antes al contrario, ha de avanzar hacia un modelo de desarrollo económico real y sostenible. Un modelo que tenga como prioridad poner a pleno rendimiento el potencial de nuestra gente, con derechos laborales de calidad. Este ha de ser, y no otro, el eje central sobre el que desarrollar la labor política de nuestra Ciudad en los próximos años.