Hace poco más de un año, la ciudadanía ceutí con su decisión democrática y libre, hizo posible, que ésta que hoy escribe, fuese designada por el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), como Diputada de la Asamblea de la ciudad de Ceuta; jurando estar al servicio de todas y todos los ceutíes sin distinción ni favoritismos.

No sé (o no me quiero imaginar) hasta donde estén dispuestos a llegar algunos, pero mi manera de hacer política dista mucho y jamás estará asociada a todo aquello que no incite y promueva la política del bienestar y la defensa general, en igualdad de oportunidades y condiciones.

Mezquindad y mediocridad es valerse de tretas y teatros para pretender ser cuando no se es y, ni mis compañeros del MDyC ni todos aquellos que comparten ideología con este movimiento socio político que nació del clamor popular para poner fin a las injusticias, se asocia con lo expuesto por el Sr. Al.

Déjeme aclararle dentro de su posible confusión e ignorancia, que mi labor de ir a los Servicios Sociales no es en absoluto un hecho novedoso ni genuino, ni trabajo que lleve realizando en un sólo y único día. Consultar, tomar notas, fotocopiar expedientes uno a uno, entre un largo etcétera para su posterior estudio, revisión y fiscalización, afortunadamente y, gracias al pueblo ceutí, lo efectúo y realizo desde el primer día que accedí a mi cargo de Diputada por MDyC (Hasta donde puedo recordar es nuestro principal cometido, el de todos los diputados o al menos, por parte de los del MDyC).

Es más, déjeme puntualizar y reiterar también de que eso que usted parece tachar como una acción ilícita y obsesiva me reporta una inmensa recompensa y gratificación personal. Pues no tengo (ni tendré) por costumbre (y Dios me libre de ello) de acudir a trabajar y defender mi función como Diputada exclusivamente cuando hay intereses propios o personales de por medio.

Por ello, he de agradecerle Sr.Ali que me aluda con nombres y apellidos como una diputada que hace su trabajo. Lo preocupante sería que acudiera a Servicios Sociales a interceder por amigos, familiares o conocidos, labor por la que no fui elegida y nombrada como diputada.

Me cuestiono e intento trabajar constantemente en mi deber público para darle solución a esa manera egoísta y propia de quien sólo busca su salvaguarda y bienestar. Esos rodeos de cuando conviene una cosa es buena y cuando no, no lo es, no conviene y es mala, no tiene nada que ver con el MDyC. Será por eso, que usted cae en la incoherencia de acusar a los diputados del MDyC de tener una enfermedad de la fiscalización, revisión de expedientes y en suma de una verdadera labor de oposición para velar por la transparencia y por objetivos de lealtad, respeto y claridad política.

De coincidir con usted, de que fiscalizar al gobierno como oposición responsable y fiel a los ceutíes, es una enfermedad, sería totalmente una enfermedad benigna, que con toda sinceridad y humildad espero que nos dure mucho más y que la contagiemos al resto de los representantes en Asamblea, especialmente, a quienes confunden fiscalizar con enfermedad y mal.

Es triste y surrealista que un miembro de la oposición salga en defensa del Gobierno del PP y se queje de una excesiva fiscalización y revisión de expedientes. Sentimos haber traído una nueva forma de hacer oposición, una, que realmente aboga y lucha por y para la ciudadanía ceutí, pero nos debemos al interés general y junto a mis compañeros, seguiré fiscalizando todo lo que consideremos oportuno y deleznable, le pese a quien le pese y, aunque puedo llegar a entender ciertas rabietas infantiles, nunca comprenderé, las posturas intransigentes e hipócritas de pasividad e indiferencia, acomodadas a la conveniencia.