- Y a los hechos me remito, no comprendiendo como todavía hay gente y en especial de la que ostenta poder político, que pueda pensar que nuestro futuro pase por proyectos, en los que de una forma u otra, tengamos que depender de nuestros vecinos del otro lado de la frontera.

Estos han dejado una y otra vez claro, que no están interesados ni lo mas mínimo en contribuir ni por asomo al desarrollo o bienestar de nuestra ciudad, mas allá de lo que a ellos estrictamente les interesa. Para lo demás, son unos verdaderos trileros maestros del chantaje, que utilizan de cualquier recurso, incluso el de los seres humanos, sin con ello pueden sacar algo de beneficio. La inmigración, la delincuencia, los porteadores, la amenaza yihadista, solo son algunos ejemplos de sus artilugios para la extorsión, utilizados magistralmente para bloquear a una casta política, acobardada, sumisa, cuando no abiertamente antiespañola, que no duda en ponerse de rodillas al primer pellizco en la cara.

Las relaciones de vecindad se deben fundamentar en la convivencia y en el respeto mutuo, como hemos podido apreciar con el caso de activista española acosada y violentada en Tánger, Marruecos no entiende de componendas y su concepto del respeto hacia lo que España y sus instituciones representan, dista mucho del que de unos buenos vecinos se puede esperar. Esta claro que el reino alauita no apuesta por la amistad o la cooperación, sino por una política de chantaje continuado que España ni debe ni se puede permitir. Marruecos debe comprender la necesidad del entendimiento y de unas buenas y sinceras relaciones, un país en desarrollo cuyo norte aun dependen de nosotros para literalmente sobrevivir, deber ser consciente que una reacción decidida de las autoridades españolas en materia fronteriza, les puede perjudicar potencialmente mas a ellos, que a una ciudad como Ceuta o Melilla, perfectamente comunicadas y conectadas con el resto de la Península.

La presión migratoria, unido a la inacción absoluta de las autoridades marroquíes por contenerla o gestionarla, y al riesgo cada vez mayor que para nuestra propia salud y seguridad supone la marea humana que se nos viene encima, aconseja de un cierre absoluto de nuestras fronteras, así como un aislamiento preventivo del país vecino. La cuestión es, si realmente hay que llegar a ese punto, quizá la respuesta a eso la tengan los marroquíes.

Hasta el momento la inacción y el desgobierno de este país ha sido el mejor de sus aliados, claro está, y por supuesto de esa actitud cobarde y mezquina se ha valido Marruecos para conseguir el mayor de sus objetivos, una paulatina marroquinización de Ceuta que a modo de invasión susurrante, ya esta empezando a dar sus resultados.

Mucho dependemos aquí de lo que en Madrid se decida, pero eso no obvia que en lo que nos corresponde cumplamos debidamente, para que Ceuta no deje de ser lo que hasta hoy día ha venido siendo, una ciudad profundamente española y europea. Debemos centrar nuestros esfuerzos en crear una sólida y solvente infraestructura económica y productiva que garantice nuestra viabilidad como ciudad moderna y de futuro, aplicación de nuevas tecnologías, estímulos fiscales, mejores comunicaciones y potenciación de nuestros recursos, son algunas de las formulas que debemos explorar y explotar para crear riqueza y empleo, pues no solo se trata de abrir centro comerciales o grandes superficies, cuyo objetivo velado es el de lucrarse especialmente con la población procedente de Marruecos.

Es evidente que nuestras propuestas no van por el mismo sendero que la de los políticos que hoy prácticamente nos mangonean, para ellos lo cómodo, lo realmente fácil es, cada vez que malgastan el dinero, ir de pedigüeños a Madrid, para que nos manden todo lo habido y por haber y que de paso sea todo subvencionado y enfocado siempre a los mismos, así salen del paso y si no, pues que sea el papá Estado el que mantenga algo que de seguir así, será imposible de mantener.

Se nota abiertamente que se aproxima el periodo electoral de turno y ya hay algunos que empiezan a vender humo o a ofrecer lo que no les pertenece, eso casi todos lo “podemos” hacer, lo difícil es afrontar la realidad, saber cumplir con los compromisos y además presentar propuestas y proyectos que den viabilidad y futuro a Ceuta. Una sociedad que se fundamenta en el engaño, la mentira y la cobardía, esta condenada a perecer, nosotros buscamos la verdad y a pesar de que esta muchas veces no nos gusta, somos consecuentes con lo que esta nos ofrece y buscamos la ALTERNATIVA que nos permita enfocar y afrontar el futuro con firmeza y optimismo.