Le rogaríamos a nuestros directivos que superen esa perplejidad, una queja al defensor del pueblo no es ningún ataque ni tiene porque crear alarma social, en todo caso quizá haya creado alarma entre los directivos del INGESA. Nuestro sindicato ha reclamado a la defensora del pueblo que recabe información ante el hecho de que nuestra ciudad tenga la esperanza de vida más baja de todo el país o que la diferencia de datos entre unos barrios y otros sea de hasta 6 años.

Estas cifras tan onerosas para nuestra ciudad entendemos que provienen de una atención discriminatoria de nuestros ciudadanos con respecto a la atención en el resto del país. Nos acusan de afirmaciones falsas, nos gustaría que concretasen en qué tema no hemos sido exactos. Otra cuestión que le pediríamos es que al menos eleven el nivel de las excusas que van usando. Resulta que la hemodiálisis hospitalaria comienza a funcionar precisamente hoy, las vacaciones se anulan por simples defectos de forma en las solicitudes, no quieren usar el término despidos (cuando se termina el proceso de promociones internas) porque prefiere hablar de “finalizaciones de contrato”. ¿Quién es el que está mintiendo aquí?. Además, veladamente nos acuse de tener motivaciones políticas, queremos dejar claro que si alguien tiene condicionantes políticos son nuestros directivos. A nosotros nos eligen los trabajadores en función de lo bien que vean representados sus intereses.

El día 16 de junio se modifica el horario de los centros de salud de atención primaria en toda Ceuta. En apenas unos días los centros de salud van a estar abiertos a pleno rendimiento solo en horario matinal. La ciudad quedara durante 17 horas diarias a cargo de unos servicios de urgencia que no van a ser reforzados pese a la demanda que van a tener que absorber tras la modificación horaria. A pesar del calibre de esta decisión los responsables se han limitado a distribuir una nota 5 días antes de que sea efectivo el cambio horario. Nos parece una falta de consideración tanto con los trabajadores como con los usuarios. ¿No ha dado tiempo a informar con más antelación y profusión?

Si hay algo difícil en sanidad es poner de acuerdo a un colectivo tan heterogéneo como son sus trabajadores, eso lo comprobamos a diario los sindicatos. Sin embargo nuestro director territorial y especialmente nuestro gerente lo han conseguido. La enorme mayoría del personal a su cargo considera su gestión como nefasta. La crispación es palpable en todos los ámbitos. A modo de ejemplo vamos a mencionar diferentes colectivos que sufren la inoperancia y falta de ética de nuestros directivos.

Las personas en comisión de servicio no cuentan con estabilidad, en su mayoría han de estar pendientes de la renovación de sus comisiones en periodos cortos de 6 y de hasta 3 meses en algunos casos lo que los mantiene en una transitoriedad permanente. La ausencia de un mecanismo de traslado efectivo dentro del sistema nacional de salud no deja otra alternativa a sus trabajadores que recurrir a estas comisiones de servicio. No estaría de más que nuestros directivos tuviesen la sensibilidad suficiente como para no tener a estos trabajadores atenazados periódicamente esperando la renovación de su comisión. No es de recibo tener a madres y padres de familia sufriendo cada 3 meses la incertidumbre de una posible denegación de su comisión.

Por otro lado, el personal de la bolsa de trabajo observa como a la ausencia de contratos por la crisis se une la inmoralidad de mantener durante años contratos por necesidad de servicio cuya asignación por bolsa no ha sido la más ética ni mucho menos. En lugar de solicitar a Madrid la creación de nuevas plazas dado su evidente necesidad optan por abusar de este tipo de contratos pensados para periodos muy puntuales de tiempo.

Además de esto, entre el personal fijo del hospital, especialmente los colectivos de enfermería, técnicos auxiliares de enfermería, auxiliares administrativos, etc. hay un tema que resulta especialmente irritante como es la ausencia de unos criterios definidos a la hora de mover a profesionales entre diferentes servicios del hospital. Es hora de que el gerente impulse el establecimiento de unas normas claras, por escrito y que todos conozcamos para evitar la arbitrariedad que hasta ahora pueden cometerse en estas decisiones. No es suficiente dejar la movilidad dentro del hospital a la buena voluntad de las responsables de enfermería. La frecuencia con la que surge este problema y el número de personas afectadas exige la negociación de una normativa clara de movilidad interna hospitalaria. Lo más indignante de lo que hemos descrito que padecen los diferentes colectivos es que ni gerente ni director territorial pueden escudarse en motivos económicos o de crisis. Basta con que actúen éticamente y con sensibilidad ante los trabajadores. Todos los problemas enumerados tienen una solución factible cuando no sencilla. Si la dirección territorial o la gerencia encuentran alguna falsedad entre lo comentado, por favor, que no dejen de especificarla.

En lugar de dar solución a estos temas que afectan a gran parte de sus trabajadores nuestros directivos se dedican a vender humo en prensa. Resulta que ahora se replantean la reforma del Tarajal. Después de invertir dinero en el diseño del proyecto y en el comienzo de su ejecución ahora deciden que no es necesaria su ampliación y que se puede usar el centro José Lafont. Estamos de acuerdo en que es necesario un cuarto centro de salud (como ya cuenta Melilla teniendo menos población) pero no de esta manera chapucera. El José Lafont quedaría muy lejos de las zonas de desarrollo urbanístico y poblacional que se están asentando en la zona Benitez-Benzu y en los alrededores del hospital y que no van a hacer otra cosa que crecer. No puede planificarse el desarrollo de la atención primaria a la población parcheando ni corrigiendo decisiones a la ligera. Todo eso, obviando la condena urbanística local que pesa sobre el edificio de José Lafont y los aledaños, zona prevista como libre de urbanización a medio plazo. Por otra parte, en vez de anunciar que la medida se está estudiando nos gustaría conocer si esa supuesta desviación de presupuesto que afirman está contemplada por el ministerio. Y desde luego queremos hacer constar que implícitamente el INGESA reconoce, como CCOO viene reclamando hace años, la necesidad de un cuarto centro de salud para nuestra ciudad.

Con respecto a un tema ya denunciado como es el de la pésima aplicación de las instrucciones sobre vacaciones, permisos y licencias desde CCOO sólo queremos comentar que la causa evidente que subyace a los problemas que está dando la norma de vacaciones es la absoluta falta de personal que aqueja al INGESA y no la peregrina excusa que da el INGESA sobre defectos de forma en las peticiones de vacaciones. Ante tal desfachatez a CCOO sólo le queda comentar que además de la denuncia pública que hemos hecho y seguiremos haciendo probablemente acudiremos a los tribunales.

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