Tirulí…tirulíla… el circo popular ha llegado otra vez, con su boulevard nacional de sueños rotos. La deslealtad y las ocultas añagazas de una ya destronada presidencia, han quedado al descubierto con la honrosa y valiente denuncia de la presidenta de la comunidad de Madrid… Isabel Díaz Ayuso… quien, ante un inmerecido ataque basado únicamente en manifiestas ambiciones, animadas por meros celos de poder, se ha defendido, quemando a quienes lo intentaron, con la lógica de los hechos reales. Atrás queda, la humillación y las mentiras que utilizaron para ello. Ahora los autores de dicha deslealtad salen corridos y avergonzados por la puerta de atrás. ¡Se lo ganaron a pulso! ¡Que no pidan misericordia, quienes no la tuvieron con ella! Estos…, los expulsados, olvidaron que la política debe tener siempre un contenido moral y por ello, son los únicos culpables de todo lo que ha pasado. Su obra de descredito y maledicencia, ha fallado desde su comienzo. Porque actuar de acuerdo a la honestidad equivale a la armonía, que acomoda a la persona con su entorno social y ellos no lo hicieron. Por tanto, que no intenten proyectar su perdón al prójimo para que se les comprenda y se les compadezca, como parece ser que ahora intentan.

Pero bueno…, agua pasada no mueve molino. Y ahora queda un largo camino de recuperación, que no de reiniciación como equivocadamente alguno ha dicho. ¡Hombre…! Regeneración…regeneración…, como también he oído, con los nombres que suenan, no me parece correcto (además, me recuerda a nuestra asamblea con tanto nuevo nombramiento). Mas, con ello, un nuevo presidente se cierne en poco tiempo, y este es Feijóo, el actual presidente de la comunidad autónoma gallega, quien ha demostrado suficientemente su valía, experiencia y éxito en el ejercicio de la política, reconfortando a todos los afiliados y simpatizantes, que de nuevo ven posibilidad de desbancar al actual gobierno social comunista, que tantas incertidumbres nos crean. Esto era necesario, porque siempre es imprescindible tener un partido fuerte en la oposición y en el futuro gobierno de la nación. Ya que, no nos engañemos, si a uno de los partidos más importantes de España le va mal, también le va mal a toda la nación.

Mas, también es necesario un examen, aunque sea somero, de los cambios que se avecinan. Así tenemos en primer lugar a un tal Esteban González Pons, presidente del comité organizador del próximo congreso popular. Con él hemos conocido la teoría de que la tierra es redonda y con gravedad, que la luna está más lejos que Valencia y que Vox es de extrema…extrema derecha. Conclusiones, que se corresponden con los grandes descubrimientos de la humanidad. Por ello, gracias a sus magníficas reflexiones, este personaje, siempre me ha recordado, a quien se siente realizado al ver su reflejo en un espejo, buscando siempre la mejor versión de sí mismo y satisfecho de reconocerse en él. Pero bueno… ¡Es lo que hay! Consecuentemente, ahora y en sus primeras intervenciones, ha sentenciado que VOX es un partido de extrema…extrema… derecha y que no va a acordar nada con ellos. ¡Olvida lo que significa la lógica matemática parlamentaria! En fin, allá él, que … ¡Prefiere rodar al fondo del abismo en soledad, antes que pactar con ellos! Abre con ello, la puerta a colaborar con cualquier otro más acorde con sus ideas, como puede ser el PSOE y sus aliados de Bildu, Podemos, Ezquerra… o cualquier otro grupo igual que, solo él reconozca como demócrata. ¡Todo menos, pactar con el partido de Ortega Lara y el de unos 5 millones de españoles, que según él son de extrema… extrema derecha! Es decir…después de su visceral ataque a la soberanía e independencia de Polonia o Hungría, se ve capacitado para decidir el rumbo del mundo occidental. Además, lo tiene claro… ¡Está harto de que todos vayan a lo suyo, y no se unan a él…, que solo va a lo suyo! 

Luego, está el futuro y casi…casi… nuevo presidente…Alberto Núñez Feijóo... gallego, para más datos. Este, acaba con la historia del Esteban González Pons, incluso antes de empezar su presidencia. Para empezar, él habla de cicatrizar heridas, no de regeneración. De esta manera, Feijóo, no se niega a futuros acuerdos con VOX, aunque tampoco lo afirma… ¡Ya dije que era gallego y yo tengo muy buenos amigos gallegos, incluso familia “ius sanguinis”, pero reconozco que no me aclaro del todo con su filosofía! Pero, lo que Feijóo, ha señalado de forma muy clara para todos, es que el Partido Popular está en el centro mismo del partido mismo de aquí mismo, y que esto no deja de ser más que el extremo…extremo, del mismo centro de la misma derecha española conservadora de aquí mismo. Creo que todos estamos de acuerdo en que se puede decir más alto, pero no más claro. ¡Verdad!

Y sobre, Feijóo, lo que más me llamo la atención de sus discrepancias con Pons y con las políticas de Vox, fueron sus palabras y así, procurando evitar las opiniones impuestas a un pensamiento único por el agip-prop de nuestros subvencionados medios, y analizando las cosas de forma hermenéutica, creo que pueden cifrarse en:

1.- Su opinión sobre las autonomías. ¡Bien! La evolución de la nación española es curiosa. Primero Javier de Burgos en 1833, estructuró el territorio en provincias, luego la Constitución del 78 en autonomías (aquí recuerdo mis estudios de derecho político en el que, durante todo un curso, estuvimos analizando el futuro de las mismas, llegando todos a la conclusión de que estas terminarían en estados independientes) y ya últimamente, llegamos a la idea socialista de una nación de naciones. Idea de la que el presidente gallego no está muy alejado, mientras que VOX, defiende la unidad territorial definida en la constitución. Pero bueno…sobre ello, se puede o no, estar de acuerdo, pero… ¡Nunca considerarla un anatema! Sobre esta idea, me gustaría saber qué opina el PSOE de Ceuta sobre cómo quedaría nuestra ciudad en dicha división de naciones.

2.- También dice que VOX es euroescéptico. Euroescéptico, porque Vox simplemente exige a la UE que respete las diferentes soberanías, no que intente anularlas. Anulación de la soberanía, que las hace débiles ante las naciones más fuertes de Europa, quienes solo dirigen sus pasos insolidariamente, hacia su propio futuro. Europa, se creó de forma mercantil no para abducir las naciones que la componen, sino para progresar todas juntas respetando sus diferencias. La idea de que los que trabajan y ganan juntos nunca se enfrentan, fue la piedra angular de su construcción. Nunca…se creó una Europa de dos velocidades, como tantas veces se ha pretendido. Además… ¿Dónde está la constitución del ciudadano europeo, tantas veces rechazada y que igualaría a todos en sus derechos? 

3.- Dice también que VOX es populista. Bien…esta expresión se utiliza últimamente de forma negativa, para desacreditar al oponente político. Sin embargo, en el fondo y según la academia española, populismo es simplemente la tendencia política de aquellos que dicen defender los intereses y aspiraciones del pueblo. Luego…, algunos lo consideran como una opción destinada a ganar la simpatía de la población ¿Pero…entonces…que intentan todos los partidos políticos? ¿No son todos populistas? ¿Y la política, no es a fin de cuentas más que una forma de gobernar al ciudadano, en lo que le beneficie, que sea útil y agradable? Al menos, así lo entendía ya Aristóteles cuando establecía que, el verdadero ciudadano es el que tiene participación en los poderes públicos, para ocuparse de los intereses comunes de todos, que sean útiles y agradables (libro tercero, del Estado y del Ciudadano). Con lo cual, consideraba que la asociación política tiene por fin, no solo la existencia material de todos los asociados, sino también su felicidad. Es decir… que la política debe ser… ¡Populista!

La conclusión a todo ello, es que, si se quiere derrocar al actual gobierno social comunista, será necesaria e imprescindible la presencia de más de un partido análogo en sus intenciones. ¡Es la lógica de la aritmética parlamentaria, a pesar de Pons! Entendimiento que pasara por la colaboración, que no fusión, de las derechas españolas. Y que, además, deben ser las legítimas fiscalizadoras de sus propias políticas, evitando la dictadura de ninguna de ellas. ¡No cabe otra opción! En fin... que, hay que abandonar la filosofía del cangrejo, y comprender que es el momento de saber a quién se elige y para qué. Y esto pasa por el entendimiento de colaboración entre ambos partidos, PP y VOX, si es que alguno de los dos, o los dos, quieren algún día gobernar la nación.