Comparto con ustedes mi frustración ante la negativa del secretario general de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, al ofrecimiento del candidato a la presidencia del Gobierno por el Partido Popular, Mariano Rajoy, de consensuar un gran pacto de Estado circunscrito alrededor de siete ejes prioritarios para el devenir de nuestro país: Educación, Pensiones, Empleo, Energía, Igualdad de los españoles en el sistema autonómico, lucha contra la violencia de género y unidad de España frente a los planteamientos de los independentistas.

Les planteo una pregunta: ¿Cuánto tiempo piensan estaremos en la actual situación de ingobernabilidad? Sea cual sea su respuesta lo realmente importante es la constatación que nuestro país necesita urgentemente cumplir con sus obligaciones tanto a nivel nacional como internacional. Para lo cual se hace totalmente necesario consensuar aquellos acuerdos que nos permitan alcanzar un gran pacto de Estado entre aquellas formaciones constitucionalistas que defienden la unidad de España y la igualdad entre los españoles: Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos.

La ciudadanía encajaría muy mal que fuésemos a unas terceras elecciones en vez de alcanzar los acuerdos necesarios para llevar a investir a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, que es lo que toca por mandato ciudadano. Pues no podemos olvidar que los electores otorgaron su confianza de manera clara y concreta a un Partido Popular que superó ampliamente tanto a la segunda fuerza política por más de dos millones de votos, como a la tercera por cinco millones. Una formación política que pese a los resultados cosechados ofreció dialogo a las fuerzas constitucionalistas desde el minuto uno.

Hemos perdido una gran oportunidad la pasada semana como consecuencia de la intransigencia de un lider socialista preocupado y ocupado en mantener sus privilegios como secretario general frente a la defensa de los intereses de todos los españoles, sin exclusión alguna. No existen razonamientos creíbles que puedan argumentar la negativa del máximo responsable socialista más allá del revanchismo personal tras fracasar en su investidura a la presidencia del Gobierno. No obstante, espero y deseo de corazón un cambio sustancial del grupo parlamentario socialista, que facilite con su abstención la actual situación de ingobernabilidad. Frente al revanchismo, responsabilidad.