Sundardas murió el pasado 7 de diciembre.
- Muchas personas fallecen diariamente, pero aquellas que por sus obras trascienden y nos reconcilian con la humanidad, son pocas.

El pasado 7 de diciembre, falleció, con 43 años de edad, nuestro amigo el señor Arjan Sundardas Mirchandan. Su fallecimiento se lamentó no sólo en el ámbito local sino más allá de nuestras fronteras, porque su vida y su trabajo no merecían un desenlace tan funesto, porque esperábamos más frutos de su labor intelectual y de sus características como persona. Su pérdida tan rápida y sorprendente, nos ha conmovido profundamente y resulta muy difícil resignarse a ello, pero fue un privilegio compartir parte de su vida, de su habilidad profesional y de sus valores éticos y humanos.

No es importante la edad a la que uno muere, lo que realmente importa, es la intensidad con la que se vive la vida. No se muere cuando se ha cumplido la tarea en nuestro paso por la vida y nos vamos con la satisfacción del deber cumplido. Por ello para consuelo nuestro y de su familia, debemos estar seguros de que Arjan no está muerto, un hombre así, que a su paso, pisa fuerte y deja huella profunda, no se aleja del mundo, sólo reposa.

Este profundo afecto que le profesamos nos hace expresar nuestra desaprobación ante ciertos alegatos sin sentido. De hecho nos parece cicatero, que su óbito, haya sido la punta de iceberg para criticar su obra, la Escuela de Negocios del Mediterráneo (ENME). No podemos dejar pasar esta oportunidad para recordar uno de esos artículos, publicado el 17 de febrero de este año, a los que nos tiene acostumbrados la señora Fátima Hamed, donde pedía con vehemencia " un sistema educativo que se centre en el alumnado, se adapte a sus necesidades y características, así como medidas encaminadas a promover la adquisición de competencias que les permitan integrarse en la sociedad del conocimiento en igualdad de oportunidades y condiciones".

Y ¿esto no es precisamente lo que inició nuestro Director Arjan? ¿Acaso le parece erróneo utilizar la financiación de Europa para el desarrollo del capital humano y organizativo en la creación de una Escuela de Negocios con formación de altísima calidad? ¿O es que acaso le parecía disparatado que el único criterio a la hora de seleccionar al alumno haya sido su capacidad profesional y su talento, nunca su ideología política, religión, nacionalidad o estrato social? ¿Será por el precio de la matrícula? aunque ya sabemos que estaba por debajo del precio de mercado, justamente para que la capacidad económica no haya sido un factor determinante; solo el talento y las ganas de trabajar. ¿No es eso lo que esta señora reivindica constantemente? "medidas y acciones diseñadas con la finalidad de apoyar a las familias y la atención complementaria al alumnado, porque las dificultades económicas merman la igualdad de oportunidades".

Ha sido completamente sorprendente que se hagan declaraciones para poner en tela de juicio un proyecto tan ilusionante y que tantos éxitos ha cosechado, y por ende, se haya puesto en entredicho la figura de una persona como Arjan que vivió su vida con entrega, integridad y convicción.

La política puede hacerse sobre problemas de gestión de un gobierno, sin duda. Pero cuando hay cosas bien hechas no todo vale en política para atacar.

Los miembros de Vox Ceuta tenemos el honor de rendir este humilde pero sincero homenaje a quien en vida fue colega, profesor y amigo, que nos dijo -a todos los ceutíes de cualquier idea o religión- que en la situaciones difíciles contábamos con su ayuda desinteresada. Ahora Ceuta entera, al margen de colores políticos, debe reconocer las buenas acciones de sus hijos.