La consecuencia directa de esta reforma del modelo territorial actual es la aceptación del derecho a decidir, es decir, asegura la posibilidad que se celebren referéndum de autodeterminación en las “naciones” del Estado, que así lo decidieran para lo cual establece la creación del ministerio de la Plurinacionalidad. Una medida que debería suponer “ipso facto” la defunción de la coalición entre las formaciones del propio Pablo Iglesias y de Pedro Sánchez, pues esta última estableció como línea roja infranqueable el modelo territorial recogido en la Constitución Española aprobada mayoritaria por el pueblo español en 1978.
Aunque lo más sorprendente del documento presentado es el reparto proporcional de ministerios entre ambas formaciones a pesar de las diferencias existentes en el número de diputados, siete cada una. Siendo especialmente relevante que la vicepresidencia del Gobierno de coalición recaería sobre el propio Pablo Iglesias, monopolizando las políticas de comunicación de dicho Ejecutivo, así como el control del Centro de Investigación Sociológicas (CIS) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Así mismo crea dos órganos nuevos. Una secretaria de Estado sobre corrupción y una oficina sobre Derechos Humanos para España. Es decir, el líder podemista asume el control de la política de comunicación interna y externa del Ejecutivo de coalición en detrimento de los socialistas.