José Antonio Carbonell Buzzian
José Antonio Carbonell Buzzian
José Antonio Carbonell Buzzian

Como profesional en seguridad respecto a lo sucedido en las discotecas de la zona de ocio Atalayas en Murcia habría que determinar las condiciones de prevención y medidas de seguridad y no solo de los que se han incendiado, sino de todos los locales abiertos, donde se debería revisar la legislación existente y proponer medidas con el fin de lograr la seguridad de los usuarios en los mismos.

¿Cumplían con las medidas de seguridad contra incendios? ¿Tenían extintores? ¿Contaban con un sistema de iluminación de energía con fuentes de energía propia? ¿Existían señales direccionales donde indicaran la ubicación de las rutas y puertas de escape? ¿Se llevaron a cabo simulacros? ¿Disponía de formación el personal? Desconocemos las respuestas, pero toda la responsabilidad en materia de seguridad la tiene el empresario y por otro lado también hay que preguntarle a la administración si hacía sus inspecciones también obligatorias.

Otro tema que abordar y tener muy en cuenta es el aforo, ya que una capacidad de ocupación que supere la estipulada puede provocar dificultades en caso de una posible evacuación acarreando consecuencias fatales. Es evidente que esta circunstancia no solo está sucediendo en negocios privados, sino que de seguir en esta senda esto podría extrapolarse a lo que sucede en muchísimos institutos a nivel nacional, donde la falta de infraestructuras está dando lugar a que muchos sufran hacinamiento de alumnos cuatriplicando el aforo de los mismos. Por ejemplo, en San Pedro del Pinatar, hay un instituto de enseñanza con capacidad para 600 alumnos y actualmente cuenta con más de 1.100. Se trata de casi el doble de jóvenes y ni sus aulas ni su infraestructura están preparadas para albergar a tantas personas. Estos datos son conocidos por todos pero no se hace nada para mejorar la situación. Los errores se tapan con tierra.

Está claro que el uso reservado de espacios compartidos, a nuestros políticos les da igual, pero como profesional, sé que hay que contar con medidas de seguridad, como son los sensores de captación no intrusivos. Su instalación suele pasar desapercibida pudiendo ser infrarrojos, térmicos o de vídeo, sensores electromecánicos o intrusivos. Debiendo estar colocados en zonas de tránsito, permitiendo o impidiendo el paso.

Quiero dirigirme al nuevo equipo del Gobierno de la Región para pedirles la revisión de los recortes, necesitando un incremento sustancial del presupuesto para renovar infraestructuras, ya que parte de ellas presentan déficit eléctrico, así como sus instalaciones y equipamientos.

No es admisible que las discotecas de la tragedia, supuestamente, no tuvieran licencia y sobre las mismas existiera un cese de la actividad. Habría que preguntarse cómo existiendo una orden de ejecución de cierre en octubre del 2022, estos dos establecimientos seguían abiertos al público. Tanto la empresa como los que miraron hacia otro lado, deben pagar por estas 13 muertes que no deben quedar en el olvido, tal y como suele pasar.