En Noviembre del año 2000, el GIL acordaba ampliar el contrato de URBASER, no con la finalidad de ampliar los servicios y si con la de hacer una nueva adjudicación del servicio saltándose los principios básicos de concurrencia y publicidad. Esto se tradujo en un suculento contrato valorado en 20.000 millones de pesetas y una duración de diez años. A razón de 2.000 millones de pesetas anuales. Convirtiéndose de facto en el contrato más alto que había firmado el Ayuntamiento en su historia. Este asunto levantó críticas de todos los sectores, dentro de la asamblea el PP llegó a decir: “El Gobierno local utiliza un pirueta legal para llegar a la conclusión de que hace falta ampliar el contrato de URBASER”… “bordea la legalidad” … “No es una prórroga es un contrato nuevo” Pleno del 15-11-2000 Posteriormente en 2001, algunos miembros del GIL deciden pasarse al Grupo Mixto y poner en el Gobierno al PP, aupando a la presidencia a Juan Vivas. Liderando a estas personas se encontraba Jesús Simarro, Consejero de Fomento y Medio Ambiente en el Gobierno del GIL. Simarro sería vicepresidente de la Ciudad en el nuevo Gobierno. Simarro fue quién propuso la ampliación del contrato de URBASER desde su responsabilidad en Medio Ambiente y la Manzana del Revellín desde Fomento. Pero Simarro puso una condición para que el PP pudiera gobernar, La Manzana del Revellín y el Contrato de URBASER no podían tocarse.

En una actuación previamente pactada, el PP propone en el pleno del 17 de Mayo de 2001 auditar a URBASER y encuestar a la ciudadanía sobre el servicio prestado por la empresa de limpieza. El PP presentaba la propuesta y decía que no se habían olvidado del tema. Simarro y las 5 personas que habían abandonado el gobierno del GIL se abstendrían. El propio Simarro declaró en el pleno que “sabemos que la moción prosperará y si hubiera hecho falta nuestros votos, nuestros socios lo tendrían”. El Gobierno vendía que era una forma de decidir si se rescindirá o no el contrato tras la polémica ampliación del mismo.

En 2004, se decide dar aún más dinero a la empresa de limpieza para que actúen en el Polígono industrial del Tarajal. Desde un principio se tenía en cuenta que cualquier incumplimiento del contrato podría derivar en la suspensión del mismo. Pues bien, en el contrato de 2000, en su primer punto pone entre otras:

- Extender el servicio de limpieza viaria y recogida de RSU en Polígonos Industriales

En ese año se sitúa el gasto anual en casi 2.300 millones de pesetas. Se ampliaba la cantidad para que limpiasen algo que ya venía contemplado en la ampliación del año 2000. En 2004, Simarro y el GIL ya no estaban presentes, al menos del todo.

En 2006 otra empresa se debe encargar e la recogida de cartones en los polígonos industriales. Nuevo incumplimiento.

Ahora en 2007, se decide ampliar en 200 millones de pesetas nue más para ampliar servicios, empleados, maquinaria, etc. Colocándose la anualidad en 2.500 millones de pesetas.

Con estas variaciones (2004 y 2007), URBASER habrá recibido del ayuntamiento al final de los diez años (2001-2011) la cantidad de 25.300 millones de pesetas, siempre y cuando de aquí a 2011 no existan nuevas revisiones.

Tras el “pelotazo” del año 2000 todos los partidos (a excepción del GIL) compartíamos una misma idea, el coste del servicio estaba muy por encima del coste real, con lo cual se engordaba drásticamente la cuenta de explotación de URBASER con cargo a las arcas municipales. Con aquel nuevo contrato daba para renovar las maquinarias y vehículos de la empresa, ampliar la plantilla etc… y obtener beneficios más que considerables durante los diez años del contrato, debido a la desorbitada cifra que se había fijado.

Nos encontramos que cada vea que la ciudad debe exigir a la empresa (2004 y 2007) se traduce en más dinero para URBASER.

Todos coincidimos en la necesidad de mejorar el servicio en determinadas zonas de la ciudad, lo cual no es en absoluto contradictorio con criticar este nuevo aumento que no tiene explicación lógica y que resulta cuanto menos indecente. Si recibiendo 2.000 millones de pesetas al año la ciudad no luce como una patena de norte a sur, de este a oeste es simple y llanamente por un claro incumplimiento de lo acordado en el año 2.000.

Ahora se nos vende que este nuevo aumento podrá ser revocado por el Gobierno si en los primeros 6 meses no se ven resultados o existe algún tipo de incumplimiento por parte de URBASER. Esperemos que se cumplan las expectativas porque visto lo visto si se incumple algo o no se ven resultados en 6 meses volverán a ampliar la excesivas anualidades que percibe URBASER, la cual mirando por sus intereses (lógico y normal) ya sabe cual es la forma de actuar. Incumplimiento = más dinero