Eduardo José Montoro

Este fin de semana, ha llegado a mis manos o, mejor dicho, a mi WhatsApp, un esperpento en forma de “canción” electoral pro PSOE que ha sido el hazmerreír de los incrédulos oídos caballas.

Y no, no es una simple canción. Es, además, la representación auditiva de lo que, desde la llegada de Juan Gutiérrez a la política se puede definir como mal gusto. Jamás en esta ciudad se había llegado a este subsuelo exento de elegancia en el que alguno se está revolcando sin que podamos evitarlo, al menos, hasta el 28M.

La letra merecería un artículo entero desglosándola y tratando de explicar sus continuos cambios de acentuación en las palabras, forzados para que forme parte del ritmo. Su rima de parvulario y alguna que otra patada a las más mínimas normas de composición escrita y musical darían para dos capítulos de un documental de Netflix, de esos que cuentan hechos reales, así como tétricos.

Como dice el PSOE en su slogan “Ceuta merece más”. Se lo compro, pero no, de lo que merece más, no es de bajunerío, chabacanería, mal gusto y vergüenza ajena.

A los promotores de semejante desaguisado y a todos los que tengan en su cabeza preparar algo parecido, tengo algo que decirles: NO, gracias.

Quiera Dios  y los ceutíes que las elecciones del 28M no desemboquen en cuatro años de falta de preparación, ridículos a todos los niveles y, lo peor para todos nosotros: un abismo en el que un candidato mal elegido nos puede hacer caer, sin posibilidad de remontar el vuelo.