Tantos quienes tienen que fiscalizar, como quienes tienen que dar explicaciones más allá de “ todo está en regla, o estamos estudiando acciones legales contra quienes acusen a Román”. Si todo es incierto, que nadie dice que no lo sea, basta con demostrar la verdad. La ciudadanía merece ese ejercicio de nitidez. Mientras, no sé si llegara el día donde dejaran de jugar con nuestro dinero porque no sé si llegara el día donde sobre valentía.
¿ Desistiremos de movernos por intereses ocultos no resueltos? Aun así, necesitamos gente que siga aportando su granito de arena hasta donde dejen, eso sí, sin miedo. Sin miedo a seguir expresando todo lo que no se entiende, que no es poco.
Por ejemplo, yo no entiendo que la Ciudad siga endeudada, que haya empresas haciendo un servicio público que no está pagando a sus trabajadores. No entiendo la falta de sangre de la ciudadanía para defender la transparencia, para protestar por la enorme exclusión, para rechazar la eterna red clientelar, pero luego se enciende ante discursos que buscan la diversidad. La elección de un día festivo en el calendario, ante la demanda de cierta parte de la población musulmana, despierta más ira que el alto índice de paro que tenemos en Ceuta. Total, mientras luego podamos ir todos a la feria a lucir el traje de gitana, el gorro y la flor, aun sabiendo que el Gobierno se va a gastar el dinero que no tiene. 102.493 euros más que el año pasado y aquí no pasa nada, porque como dicen por ahí no hay nada mejor que un circo para olvidar que no hay pan.
Y antes de concluir vaya por delante que, desde mi concepto de laicidad y todo lo que eso conlleva, sin contemplaciones, rechazo cualquier tipo de confrontación en torno a una idea o una propuesta religiosa, mucho más si esa confrontación va unida a la falta de respeto y a la poca tolerancia.