No importa lo mucho o poco que se equivoquen, o lo mucho o poco que se demuestre que son pésimos gestores, la realidad es que la gente los seguirá votando.

Las encuestas daban al PP, hace una semana, una horquilla de 17-18 escaños en nuestra Ciudad, tristemente no lo dudo. Ya escribía hace un par de días sobre los pésimos números del actual Gobierno, éstos son datos objetivos, incuestionables y que todo el mundo conoce, pero según esas encuestas a nadie le importan.

Ya no hablo de la denostada imagen de los grandes partidos, a costa de los casos de corrupción que asolan nuestro país, sino de la gestión en si misma. Paro desorbitado, deuda insoportable, incumplimiento tras incumplimiento de promesas, nada parece importar... Por no hablar del fraccionamiento de los pagos, o de los que se han ido rebotados echando pestes del Gobierno, o del hecho de que hayamos tenido una feria en la que echar una meada se pagaba a precio de oro. A pesar de todo, las encuestas indican que el PP volverá a ganar las elecciones, que digo ganar, a arrasar con 17-18 diputados.

“10 contra 1”, decía el Presidente de la Ciudad “o yo o el caos”, “no me quiero plantear el escenario de no sacar mayoría y no me propongo pactos con nadie” … menudo discurso. Por un lado se posiciona como la víctima hostigada por el resto de competidores, nada más y nada menos que 10 contra 1, y por el otro, le advierte a la gente: “o saco mayoría o no seré Alcalde, y las opciones son o yo o el caos”. Aludir al miedo era lo último que nos quedaba por ver, miedo al Cambio, miedo al caos, miedo a la inestabilidad, miedo a la ingobernabilidad... coño! Si incluso se está agitando el miedo al “moro”, menudos estrategas están ustedes hechos... miedo, miedo, miedo.

A costa del voto del miedo se revalidaría una mayoría absoluta que se forjó en una de las etapas más oscuras de la política Ceutí, entre quienes hoy Gobiernan y los que lo hicieron entonces (hablo del innombrable GIL). Debemos recordar que algunos de los que hoy se dan golpes en el PPecho, ayer se daban golpes en GIGIL. Hoy dan lecciones de lealtad, pero no son leales con sus propios afiliados, dan lecciones de cohesión pero buscan independientes para sus listas, dan lecciones de política, pero lo hacen a costa del dinero de todos. Por dejarlo claro, lo que hace un partido es gestionar el “dinero de todos”, de verdad le darían su dinero, sus ahorros, a Juan Vivas y su equipo para que lo gestionara (les remito a mi artículo anterior)... yo desde luego, no.

Yo votaré como un ciudadano sin miedo, sin ataduras, votaré en conciencia, sabiendo que mi Ciudad necesita un Cambio. Un Cambio que no puede llegar de los mismos que nos han traído hasta aquí, un Cambio que no se puede generar desde “el miedo al cambio”. Un Cambio a mejor, claro. Para que nuestra ciudad no tenga la tasa de paro más alta de Europa, o uno de los mayores índices de pobreza, o de los peores números de fracaso escolar... sin duda necesitamos un Cambio.

Y tú, ¿tienes miedo o quieres cambio?