Los resultados electorales del día 21 pasado, han arrojado cambios y variaciones sustanciales en las composiciones de los parlamentos de Galicia y el País Vasco. Dichos cambios han supuesto, según los grupos políticos, alegrías o decepciones según las formaciones políticas que han salido más o menos favorecidas.

Sería una descortesía no felicitar a las formaciones políticas que han resultado ganadoras: El partido popular en Galicia y el partido nacionalista vasco en esa comunidad autónoma española. Todo el respeto a esas formaciones y sus votantes. No obstante sería una falta de consideración y una irresponsabilidad alejarse de la realidad por lo acontecido. Me refiero al hecho lamentable que desgraciadamente los problemas de los ciudadanos continúan donde estaban. ¡Ojalá! estos resultados trajeran la mejora de la situación económica y social de nuestro país. Hay políticos que se alegran cuando pueden criticar y arañar votos a costa de las malas consecuencias políticas del adversario. Pienso que la política es algo noble y ético, porque su objetivo máximo es lograr la felicidad, una mejor calidad de vida y el bienestar de las ciudadanas y ciudadanos. No me cansaré nunca de poner en primer lugar al pueblo, que es la única y principal razón de ser por la que debe mirar la política y el político.

Uno de los partidos políticos que está siendo cuestionado en estos días es el partido socialista. Indudablemente hay razones para ello por unos resultados adversos; aunque la labor de gobierno en el país vasco haya sido modélica, pero también el PSOE sigue teniendo razones para seguir trabajando y estando alerta en la defensa de los intereses de los cientos de miles de votantes que en estas elecciones lo han apoyado, pero me estoy quedando corto. Las razones son los ciudadanos fieles al partido y los que no lo han sido, en definitiva el PSOE tiene que seguir trabajando con más tesón, más entusiasmo y más decisión que nunca en estas circunstancias, porque los problemas continúan en la calle, como son los problemas sociales y del paro, por no profundizar en otros como la devaluación de las pensiones, por el incremento de los impuestos, la inseguridad de la revalorización…

Sí que el partido socialista tendrá que hacer un profundo proceso de reflexión y como decía su secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba, que los ciudadanos vean, comprueben y reciban el mensaje que el PSOE es la alternativa de gobierno. El partido socialista tiene en su organización y en su democracia interna suficientes medios para analizar, reaccionar y modificar lo necesario que fortalezca su mensaje. No obstante este proceso de reflexión, por el bien del país, deberían hacerlo todos los grupos políticos y especialmente el Gobierno y el partido que lo sustenta, porque desde el lunes 22 el Presidente del Gobierno tiene más problemas después de las elecciones vascas. Reitero, desgraciadamente los problemas de la calle no han desaparecido.

Por lo que afecta a Ceuta, pienso que en el partido socialista en su conjunto, en sus órganos, y en su secretario general, José Antonio Carracao, sólo tienen cabida las palabras: serenidad, trabajo y compromiso para aportar ideas, propuestas y proyectos que contribuyan a la solución de los problemas de nuestra ciudad.