El ministro de Educación, José Ignacio Wert.
- Cuando hablamos de educación siempre son diversos los agentes que intervienen sobre el principal protagonista de la misma, el alumnado, sea de la etapa infantil o de la universidad.

Tenemos que hacer referencia también a las madres, padres, familias, profesorado, técnicos diversos e instituciones. En definitiva, especialmente inciden en el desarrollo de la educación los principales implicados de la Comunidad Educativa, familias y profesorado.

Aquí empezamos con una de las razones para acudir el martes próximo, a la Plaza de los Reyes, y seguir ejerciendo una permanente oposición a la implantación de esta Ley. El Gobierno tiene los diputados suficientes, pero no cuenta con el apoyo de la inmensa mayoría de la Comunidad Educativa. A nivel nacional se ha demostrado el rechazo en la jornada reciente sobre el paro.

El ministro Wert se ha erigido en protagonista, pero los auténticos protagonistas, los que sacarán adelante a este país en el tema de la educación son las madres, padres y profesorado. En lo que afecta a los docentes, lamentablemente el Sr. Wert no ha contado especialmente con ellos, craso error del ministro; pues uno de los pilares fundamentales, los que en definitiva día a día llevarán en el peso de sus hombros el trabajo y la capacidad para conseguir mejorar la calidad de la enseñanza son los maestros, maestras y profesorado en general. Sin embargo, con las reválidas y las evaluaciones externas hay una desconfianza manifiesta a los docentes de cada Centro.

Hablando de cifras, voy a hacer referencia a algunas a las que no se suele aludir. Según manifestó en Ceuta el portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Mario Bedera,” los datos del Informe Pisa no son tan trágicos para nuestro país. Es cierto que son algo inferiores a la media de la OCDE”, pero también hizo las siguientes precisiones:” Si Pisa midiera de 1 a 10 el rendimiento: 6,28 % sería la media de la OCDE, sin embargo, España estaría en un 6,12 %”.

No podemos negar que el Abandono prematuro es nuestra principal debilidad y debe ser objetivo prioritario; pero con la LOE y las medidas de apoyo, se ha conseguido avanzar hacia la mejora en el abandono escolar: El porcentaje de los que han abandonado su formación en el sistema educativo español en el año 2011 es del 26,5%, lo que refleja una disminución de 4,7 puntos en dos años rompiendo la tasa del 30,5%. Por tanto medidas que no necesitan una ley, como Apoyo y refuerzo escolar, desdobles en las clases y los programas PCPIs han dado resultado. Respecto a la tasa neta de escolarización a los 3 años en España es del 99,1% por delante de Bélgica, Alemania, Reino Unido o Finlandia. Respecto al abandono y los resultados no hemos de olvidar que la situación social y económica de un sector del alumnado también influye. Sin embargo, la Ley Wert en este sentido favorecerá la segregación, aparentemente tendremos menos abandono, pero se limitarán las posibilidades de futuro para el alumnado de los sectores económicos y sociales más débiles. A ello podríamos añadir la disminución del PIB en educación que sigue en progresión decreciente acercándose al 4%, mientras en Europa se tiende al 5,5%.

Jorge Calero, Catedrático de Economía Aplicada manifestó en una Jornada “La educación como Motor de la Europa 2020”: “La educación está en el punto de mira de una ofensiva, coordinada, liberal y conservadora, con una estrategia involucionista, reproductora de desigualdades.” Se nos dice que “podemos reducir los recursos de la educación y, sin embargo, los resultados no se van a alterar”. Los recursos no importan para todo el mundo igual. Por ejemplo, si se quitan becas de comedor sólo perjudican a grupos vulnerables .

Se ha suprimido la Educación para la Ciudadanía. El Consejo de Estado ha puesto objeciones, algunas como: el de los costes económicos de la Ley. Evitar que se puedan ver afectados los objetivos de equidad del sistema educativo. Preocupación de las Universidades por el nuevo sistema de acceso. El problema de la posible separación de sexos en determinados Centros.

Tendrá lugar una disminución de los derechos democráticos para padres y profesores en el Consejo Escolar. Elección de Directores menos democráticamente, de tal modo que habrá subordinación a los intereses políticos de quien gobierna.

Se favorecerán los criterios elitistas de admisión y se favorecerá a la escuela privada, pues se deja la puerta abierta a la creación de plazas por “demanda social”, suprimiendo el requisito de la LOE de que estas fueran “públicas”. Se permitirán los “rankings” de centros, pudiéndose supeditar la admisión del alumnado a criterios selectivos de carácter académico, ideológico u otros, que rompan el principio de equidad e igualdad; aunque se vista la imagen de querer preocuparse fundamentalmente por la calidad de la educación, pero con una clara intencionalidad de ir contra la Escuela Pública.

La Lomce va a ser la ley de educación con menos apoyo en la historia de la democracia de nuestro país, si el Gobierno persiste en mantenerla como está. Se ha presentado como una ley impositiva, donde el diálogo y el consenso no se han prodigado. Como decía el Secretario General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, una verdadera democracia debe tener como ingredientes el Gobierno, la oposición y el consenso. Para este Gobierno, los pactos, el diálogo y el consenso no están entre sus prioridades. Por eso es normal que el PSOE, como decía el Secretario de Educación del PSOE en Ceuta, Manuel Hernández, planteará una enmienda a la totalidad y la derogará cuando llegue a gobernar, porque es necesario tener en cuenta a las Organizaciones Sindicales, a las Asociaciones de Madres y Padres, Estudiantes, Movimientos de Renovación Pedagógica y al resto de fuerzas políticas.

Que desde Ceuta y desde Madrid se respete y apoye al Profesorado, Equipos Directivos y no suceda como con la Directora del Colegio Príncipe Felipe y su Equipo, donde se les acusa injustamente por errores que se han cometido desde la Dirección Provincial, mientras ellos sólo han pretendido cumplir con su obligación, que es trabajar por atender a los niños de su Centro de un modo honesto, legal y encomiable.