Lo cierto es que si tienes un sueño lo tienes todo y a la vez no tienes nada. Sí, perdonen el atrevimiento pero tenía que decirlo. Desde pequeños hemos oído hablar de ellos, me tienta comenzar con la definición oficial pero cuando se habla de sueños lo oficial queda en segundo plano, existen infinidad de matices, innumerables ramas y estados en los que esta palabra cobra un nuevo sentido.

Todos tenemos una percepción diferente acerca de esta palabra, cada uno de nosotros se imagina algo distinto al escuchar sueño, es lo que hace especial a esta palabra, siempre presente a lo largo de la historia, ¿quién no conoce el "I have a dream" (Yo tengo un sueño)?

Sí, es una palabra llena de fuerza y energía, que atrapa porque parece que los sueños nos encierran pero que a la vez libera porque el que tiene uno, se siente vivo. Un sueño nace en lo más profundo de nosotros, allí donde solo uno mismo tiene acceso, ese lugar especial reservado para nosotros donde se determina lo que nos gusta y lo que no, donde se fabrican nuestros sueños por un principio básico común: el deseo. Todos tenemos sueños, quizás pasajeros o quizá de por vida, habrá gente que crea que no tiene sueños, que nuestra existencia no nos permite alcanzarlos y que los soñadores, no son realistas.

Quizá se oculten detrás de lo real para esconder su miedo. Y tú, te preguntarás, ¿miedo a qué? A soñar. Sí, el miedo a arriesgar por un sueño, dicen que si te arriesgas lo puedes perder todo, pero también puedes ganar otras muchas cosas que no tenías antes.

Si esperas que yo te diga cuál es tu sueño, no sigas leyendo. Nadie mejor que tú para dar respuesta a esa pregunta. Solo uno mismo puede conocer su sueño, pregúntate que es lo que te apasiona, que es lo que deseas y qué es lo que realmente quieres. Un error generalizado es desechar un sueño por "no ser realista", por pensar que ese sueño solo se cumple en sus cabezas y que nunca saldrá del lugar en el que nació.

¿Cuánta gente que ha cumplido su sueño, ha sido realista? Hay personas con sueños, proyectos e ilusiones que desechan su sueño y abren la puerta a ese "ser realista", dando por hecho que nuestra existencia es tan pobre que no podemos alcanzar, ni siquiera luchar, por nuestros sueños. La persona que pensó que se podría transportar a personas por el cielo metidos en un "pájaro gigante" no estaba siendo realista, la persona que quiso poner un pie en la Luna, tampoco estaba siendo realista.

Llegados a este punto, he de decirte que mentiría si te dijera que si tienes un sueño lo tienes todo, pero tampoco te estaría diciendo la verdad si te dijese que si tienes uno no tienes nada. ¿Qué lío, no? Si, a priori te puede parecer una contradicción pero, si no te he aburrido ya lo suficiente, prueba a seguir leyendo.

Quizás se comprenda mejor con el ejemplo de los deportistas de élite, esos que pronuncian esa condenada frase cada vez que se les pregunta por su pasado: "he cumplido mi sueño". Estas personas tenían un sueño, pero si no hubiesen trabajado, si no se hubiesen esforzado, y sobre todo, si hubiesen hecho caso a ese "ser realista", se hubiesen quedado en esa mediocridad de tener un sueño pero no tener nada.

¿Es real un sueño? tan solo el intentarlo nos dará una respuesta, tan solo es necesario ese momento de convicción para comenzar, para creer en nosotros mismos, confiar en nuestro sueño cuando nadie más lo hace, y, sobretodo, hacer todo lo posible. Tal vez yo solo sea un joven al que la vida aún no ha puesto a prueba, que confío en los sueños porque no he recibido el primer revés y doble ración de realidad, pero siempre he creído que habrá otra oportunidad para hacer realidad nuestros sueños por muy mala que sea la experiencia con estos, porque, como dijo un hombre muy sabio, los sueños solo mueren cuando lo hace el soñador.

 

 

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