José Antonio Carbonell Buzzian
José Antonio Carbonell Buzzian

José Antonio Carbonell Buzzian

La inseguridad se está convirtiendo en la principal preocupación de la ciudadanía, por lo tanto debería ser objeto de debate sobre cual serían los mecanismos e iniciativas más adecuados para paliar la falta de efectivos, no deberían olvidar los políticos que nuestras policías suponen uno de los ejes vertebrados de una sociedad moderna que cada vez demanda un servicio de calidad.

La definición de un modelo policial a nivel local es dar una buena imagen, pero no es menos trascendental ocuparse de las condiciones del trabajo de este colectivo policial, pues ello conlleva una eficiencia y eficacia en el servicio que los agentes ofrecen a la ciudadanía y además, redunda en una calidad de vida laboral para los propios agentes. No se debería obviar que el estrés laboral afecta de manera negativa a estos profesionales que padecen el Síndrome de Burnout o síndrome del trabajador quemado, manifestándose a través de un estado de agotamiento físico y mental que se propaga en el tiempo llegando a alterar la personalidad y autoestima de estos profesionales.

Es necesario cambiar la definición de jerarquía por la de liderazgo transformacional centrado en motivar al grupo desde las tareas propias, cuya única intención es lograr una serie de objetivos sin menospreciar a otros, este liderazgo sería el idóneo para dirigir e impartir directrices a grupos sin motivación.

El efecto Burnout hace que el agente esté expuesto de manera continua a altos niveles de estrés, por cargas excesivas de trabajo, poca autonomía, malas relaciones laborales y ausencia de apoyo de sus mandos intermedios, pero hay que dejar claro que el estrés no es siempre negativo, en cambio el síndrome de estar quemado, es un desajuste continuado entre las demandas y las capacidades físicas y mentales de la persona.

Un punto importante dentro del día a día de estos agentes es la falta de apoyo que recibe tanto por parte de sus subordinados, como por sus superiores ya que la posible mala gestión de capacidad de mando por aquellos que ostentan posiciones de poder en el reparto de tareas y la toma de decisiones puede ser otra de las causas del estrés laboral. Un policía a mi parecer, desempeña un rol donde se está enfrentando a situaciones estresantes que implican un coste personal con altos niveles de despersonalización.

Por ello hoy quisiera brindar todo mi apoyo a la Policía Local del municipio de las Torres de Cotillas, a todos esos agentes que en la actualidad se encuentran de baja médica, a esos pocos efectivos que quedan operativos y que están intentando dar su mejor versión, decir que sin la presencia de estos profesionales por nuestras calles es dar rienda suelta a los malhechores de lo ajeno.

“La grandeza del poder de estos profesionales no reside en el uniforme que portan, sino en el servicio que brindan a nuestra sociedad”.