- Al parecer el señor Sastre debe vivir una realidad educativa paralela a la que percibe los más de 1.600 docentes de nuestra ciudad.

No sabe o no se ha dado cuenta que vivimos empantanados en papeles, que cada vez tenemos que destinar mayor tiempo y esfuerzo en justificarnos que en atender alumnos/as, pruebas individualizadas, estadísticas, planes de mejora, programaciones, revisiones de las programaciones, proyectos de innovación, grupos de trabajo, reuniones de padres y entrevistas, informes de 2.000 ocurrencias que tiene alguna cabeza pensante del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y por cierto atender a los/as niños/as que casi hasta se nos olvida.

A esta Administración solo le han importado los resultados y los informes, si ha habido una palabra que se ha repetido en estos cuatro años hasta la saciedad ha sido precisamente “informes”, que pesaditos se han puesto en Madrid con los informes, nos salen informes hasta por las orejas.

Seguimos con el balance de gestión, las sustituciones, nos hemos visto obligados a sustituir en detrimento de los alumnos/as que más lo necesitan, se han diseñado los horarios de los centros para que funcionen los apoyos cuando entra en nuestra clase un especialista, pero… se ha pervertido el sistema, si falta un compañero le sustituye el que está de apoyo y así la Administración se ha ahorrado millones de euros, pero no han reparado tampoco en el perjuicio que se le ha ocasionado a los/as alumnos/as, 5 maestros distintos al día durante 10 días lectivos, cada uno con su propio estilo docente y con sus dificultades para seguir una programación que no es suya.

Claro que a esta administración los/as niños/s no les importa mucho, lo que les importa es lo que se han ahorrado. Y ahora se jactan con que la tasa de reposición del año que viene será del 100%, ¡pero si había dinero! Ahora resulta que había dinero, sin contar, no olvidemos que casualmente nos pagaron parte de la paga extraordinaria en junio y otro poquito parece que nos corresponde en noviembre, ¿casualidad o elecciones?

¿Y qué decir de la ratio? Tenemos decenas de aulas con más de 30 alumnos/as en dependencias que ni siquiera fueron concebidas para aulas y que con el tiempo se han ido acondicionando, y a esto le llaman calidad.

Es curioso que digan que han invertido en estos 4 años 14 millones de euros en Educación y en cambio nos las hemos visto y deseado para que ingresaran a los centros las correspondientes partidas de gastos de mantenimiento y funcionamiento, y no hablemos ya de los gastos de comedor, hasta 4 meses han tardado en ingresar el dinero de dichas partidas a los centros, y el presupuesto de comedor del primer semestre de 2014 jamás fue ingresado a los centros, debió absorberlos un agujero negro, porque nunca más se supo de aquel dinero.

Sigamos con la lista de despropósitos de la Administración Educativa:

- Implantación traumática de los currículos de primero, tercero y quinto, que debían estar si o si antes del 30 de junio de 2013 y ¿para qué tanta prisa? Cuando lo normal es que estén para el 30 de octubre. Y el de segundo, cuarto y sexto para el 28 de febrero de 2015, es que no tiene explicación. - Instrucciones de inicio de curso impugnadas.

- Mutilación de las enseñanzas artísticas y de las humanidades.

- Eliminación del Equipo de Orientación.

- Decenas de alumnos/as que no han podido cursar estudios de Formación Profesional por falta de previsión de la oferta formativa.

- Implantación de una Formación Profesional Básica en base a la improvisación.

- Falta de diálogo con las centrales sindicales.

- Cese caprichoso de Directores con más de 20 años de experiencia en la gestión de sus centros.

- Saturación del Centro de Educación Especial de San Antonio que ha pasado de atender 70 a 165 alumnos/as básicamente con la misma plantilla.

- Implantación de las pruebas individualizadas en cuarto de la E.S.O que impiden proseguir estudios postobligatorios si no son superadas.

Por no hablar de las numerosas manifestaciones en contra de la Ley Educativa más cuestionada de la historia de la democracia.

Este y no otro es el estado actual de la educación en nuestra ciudad.